Ya estamos en el tercer capítulo, y seguimos en la capital imperial. Para esta ocasión quiero dividir el tema en dos partes, creo que hay mucha información y es mejor así, para consumirlo sin prisas.

Otra de las visitas obligadas que hay que hacer en Viena es el palacio de Hofburg, residencia Habsburgo durante 600 años...es ENORME. La visita incluye una tournée por salas llenas de cuberterías y centros de mesa, aquello como que a mí no me llamó en absoluto, sin embargo lo interesante vino luego. La exposición sobre la emperatriz Isabel, más conocida como Sisí, hecha con un buen gusto exquisito y sobre todo las habitaciones donde vivía la pareja. Llama muchísimo la atención que todo se encuentra tal y como lo dejaron, como si aún vivieran allí, y es una suerte porque puedes hacerte una idea del día a día, puedes ver el cuarto de baño, el escritorio de Francisco José donde trabajaba a diario, los aparatos de gimnasia en las habitaciones de Isabel, el guardarropa del emperador, etcétera. Así que me decidí a bucear más en la vida de Francisco José I, del cual sabía muy poco, apenas que llevaba unos mostachos de campeonato, y sinceramente poco más. Cuanto más he leído sobre él, más sorpresas me he llevado y si me acompañáis os prometo que no os vais a quedar indiferentes y con algunos datos que os daré vais a decir: “pero ¿qué me estás contando?”, literal.

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