https://consideraloblog.wordpress.com/blog/ https://www.facebook.com/consideralo/ NOTAS: Me dio nostalgia en recordar a mis abuelos y en especial a mi abuela Ligia que todavía Dios nos la presta, y me dio curiosidad buscar la fecha del día del abuelo si es que existía. Me sorprendí de que era el mismo día cuando lo estaba buscando! Septiembre 9. Simultáneamente, tenía un pensamiento sobre la necesidad de aprender y desarrollar el don de esperar. Entonces conecté una memoria de tantas que tengo cuando mi abuela nos cuidaba los fines de semana cuando eran pastores en Medellín. Recuerdo que la abuela nos hacía helados hechos de guayaba con leche o de otra clase de jugo de frutas. Eran unos envases de aluminio o de plástico y mirábamos cómo le ponían adentro un palito. Mis hermanos y yo, emocionados, veíamos como metían al congelador los moldes para que el jugo se convirtiera en helado. Y como niños, no aguantábamos, y manteníamos abriendo el congelador, pero nos regañaban y nos explicaba o trataban de explicarnos de que todavía no estaban listos. y como no podíamos quedarnos quietos entonces esperábamos a que los adultos salieran de la cocina y como niños pensábamos que éramos más inteligentes que los adultos. Sacábamos con cuidado el molde de la nevera y para nuestra decepción salía el palito solo o tal vez con una capa de hielo pegada. No necesita uno saber sobre las leyes de la física y la química para entender que un líquido se convierte en sólido cuando está bajas temperaturas, y para que ocurra esto debe pasar un tiempo; de ahí viene la lección a veces nos adelantamos y nos desesperamos porque queremos ver resultados inmediatos. - Sara y Abraham se adelantaron a ese propósito y tuvieron el hijo prometido por medio de la esclava y ese no era el plan de Dios más bien eran ellos queriendo ayudarle a Dios, era impaciencia vestida del razonamiento humano. - Saúl ofreció una ofrenda a Dios antes de salir a la batalla porque fue impaciente y no esperó a que el hombre encargado por Dios llegara a hacerlo. Vistió su desepero con valentía y más bien lo que hizo fue violar el orden de Dios y que hubiera tenido una victoria en la batalla. El doctor Dobson lo compara con un niño que quiere armar un avioncito de madera, pero que no puede esperar a que se sequen las parte pegadas con el pegante especial que necesita dejarse quieto para que se seque. El niño lo toma y ve como las partes del avión se van cayendo... por no esperar. Noviazgos que se dañan por no esperar, corazones rotos por presionar una relación. Grandes líderes en potencia que son reprobados por querer escalar la pirámide de la posición y la honra de manera prematura. Milagros que no se realizan por el afán de verlos realizados y no alcanzan a madurar, y nos metemos en los planes de Dios y lo que hacemos es estorbarle. "Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos." Isaías 55:8-9 Por tanto, hermanos, tened paciencia hasta la venida del Señor. Mirad cómo el labrador espera el precioso fruto de la tierra, aguardando con paciencia hasta que reciba la lluvia temprana y la tardía. Tened también vosotros paciencia, y afirmad vuestros corazones; porque la venida del Señor se acerca. Santiago 5:7-8 Es cierto que hay momentos donde hay que esperar y hay otros momentos de actuar; ese es el otro lado de la balanza, y ese tema lo hablaremos en otro podcast, pero es importante reconocer cuando nos queremos mover basados en nuestra desesperación y nos inquietamos es peligroso. Así que, aprendí en la ley de la física que, para que los átomos líquidos se conviertan en sólidos tiene un proceso: poner el elemento en baja temperatura... y aprender a esperar. ah! y lo mismo se aplica a la gelatina de colores!
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