El Sabe Mejor

Un ejército estaba en guerra contra las tropas enemigas. El comandante le dio un comando, “vas a mi palabra”. Los hombres respondieron: “Pero están acercándose”. El comandante repitió su orden, “a mi palabra, nos movemos”. Uno de los soldados, que era joven y asustado, dijo: “Todos vamos a ser asesinados”. Sin embargo, la voz del comandante estaba en calma, y no estaba nervioso en absoluto, ya que dijo de nuevo: “No, nos movemos a mi palabra”. Los soldados vieron que el comandante era fresco y relajado. Observaron mientras los enemigos avanzaron tan cerca que podían verse a media cuadra de distancia. Parecía como si estuviera por todas partes para los valientes soldados. Sin embargo, cuando el enemigo se acercó, de repente, hubo grandes explosiones, y los soldados se dieron cuenta de que el enemigo se había entrado en un campo minado. Asombrados, los soldados escucharon al comandante decir: “Vamos a casa, vamos a casa, ganamos la batalla”. La noche anterior a la batalla, el comandante tenía algunos soldados en secreto poner en el campo minado. Al igual que este ejército, también estamos en una batalla, y estamos llamados a escuchar y obedecer el mandato de nuestro comandante y jefe Jesucristo, incluso si a veces no parecen por el momento como una buena idea. Jesús lo sabe mejor, y él sabe por qué debemos hacer lo que dice porque tenemos conocimiento limitado mientras él es ilimitado.