Yo amo la familia de Dios y los líderes de mi iglesia!

Juan 13:34-35
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

Buenos días mis hermanos y hermanas es una bendición estar todos juntos para escuchar la cuarta parte de esta serie Yo amo a mi iglesia.
Ya miramos la importancia de nuestra responsabilidad en el templo asistiendolo cuidándolo y reuniéndonos constantemente.
Después miramos la importancia de estar Unidos con mis hermanos como un solo cuerpo y también ayer miramos la importancia de la oración qué es lo que mantiene viva la llama de la presencia de Dios con nosotros nos mantiene unidos y fuertes como iglesia.
El día de hoy queremos enfocarnos en la importancia de mantener el amor hacia mis hermanos y de manera especial a mis líderes.

La Biblia dice que ¿cómo podrán andar dos juntos si no se ponen de acuerdo? Es imposible que una iglesia se mantenga viva y saludable en medio de malentendidos con tensiones y disensiones.
Es normal que entre nosotros hayan discusiones y malentendidos porque así aprendemos a tener paciencia y tolerarnos los unos a los otros; en los problemas es donde salen las grandes soluciones y es una hermosa oportunidad para practicar ese don tan precioso del PERDÓN. El problema es cuando eso queda sin resolverse y se convierten en ataduras para el avance de la iglesia, por eso se llama CONTENCIÓN porque trae una tensión y detiene el progreso. La DISENSIÓN son malentendidos donde uno quiere ir para la izquierda y el otro para la derecha. Y eso empieza a crear resentimientos y fricciones entre nosotros y puede crecer convirtiéndose en divisiones.
Es lo que más le daba pánico al apóstol cuando fuera a visitar a la iglesia de Corinto
2 Corintios 12:20
Pero me temo que quizás, cuando llegue, no les halle tales como quiero, y que yo sea hallado por ustedes tal como no quieren. Temo que haya entre ustedes contiendas, celos, iras, enojos, disensiones, calumnias, murmuraciones, insolencias y desórdenes

Pero sabe cuál es el antídoto para poder superar cualquier malentendido o algún sentimiento maligno que quiera crecer en nuestro corazón? El amor.

Porque el amor Todo lo puede y todo lo soporta.
El amor me impulsa a querer más a mi hermano por sus cualidades que por sus defectos.
Porque Los ingrediente del amor es la paciencia la perseverancia la tolerancia la empatía que es tener compasión.
Lo más lindo es que el amor no busca lo suyo no se irrita siempre obra con la verdad no tiene envidia no es orgulloso ni vanidoso.

1 Corintios 13:4-8
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor;
no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad.
Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará.


Cuando tenemos amor sabemos que es mejor dar que recibir y buscamos el bienestar de mi hermano.

Y este episodio no puede determinarse sin recordarte algo que yo pienso que ya lo estás haciendo y es el aprecio, cariño y amor hacia nuestros líderes.
Honra a los que trabajan en el ministerio.

1 Timoteo 5
17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
18 Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario

No sólo honramos con nuestros aportes que es señal de aprecio por el trabajo, sino también en el trato con ellos. En pasar por alto algún momento que ellos tengan alguna frustración. En vez de tener el impulso de criticarlos es una gran oportunidad de mostrar compasión y preocuparnos por ellos, preguntándole cómo están que necesitan y cómo podemos hacerle más fácil su trabajo en la obra del Señor.
si usted ha tenido algún cargo en la iglesia sabe que es una responsabilidad muy bonita pero por momentos el cargo se siente como una carga.
Imagínese la responsabilidad de ser pastor o parte de la familia pastoral.
A veces el pastor lleva más presiones y se preocupa por el bienestar de todos y cada uno de los miembros. si nosotros nos preocupamos por nuestras familias ahora imagínese el pastor que tiene tantas familias a cargo y a la misma vez tiene que cuidar su propia familia. La posición del pastor es una de las labores más difíciles que muchos quisieran estar ahí por la posición pero cuándo ya están ahí se dan cuenta de lo difícil que es serlo y al año terminan entregándo el cargo porque se dieron cuenta que su ministerio era otro menos ese, o peor, dañan a los que tienen a su cargo.
Hoy en día hay más iglesias que se cierran que las que se abren.
Si me estás escuchando y tienes a alguien que lo llamas pastor, dale gracias a Dios pero también acércate a él y recuérdale constantemente cuánto valoras y aprecias su dedicación en el rebaño del Señor.
Que nadie te ponga en contra o quiera menospreciar la esposa o los hijos del pastor o los líderes. Eso no es de Dios, eso viene del adversario queriendo usar a esa persona para dañar tu corazón. Mejor es, si tienes algo o sientes alguna incomodidad con alguien, llámalo en privado y con misericordia aclaren ese malentendido. Verás cómo se resuelven las cosas y formarás una relación de amistad y hermandad más fuerte con esa persona, al fin y al cabo estamos como en el arca de Noé es mejor estar adentro que afuera.
Yo inicié en el ministerio desde los 20 años de edad, y algo que recibí fue menosprecio por ser tan joven, pero también recibí el respeto de hermanos sabios que entendieron que yo había sido puesto por Dios para pastorearlos. De manera personal les exhorto a que sigan respetando el llamamiento de su pastor y cuidando en oración y atenciones a su familia, esposa el hijos. Dios es el que llama y capacita no importando la edad.

Por último consideremos este consejo del apóstol Pablo:

Gálatas 6:9-11
9 No nos cansemos, pues, de hacer el bien porque a su tiempo cosecharemos, si no desmayamos. 10 Por lo tanto, mientras tengamos oportunidad, hagamos el bien a todos, y en especial a los de la familia de la fe.