Acabar con contratos monopólicos en los que un contratista resulta ser el único oferente -y, por ende, ganador sin inconvenientes- ha sido una bandera del presidente Gustavo Petro, a tal punto que por evitar que esto ocurriera con el contrato de renovación de pasaportes terminó en una sanción administrativa el canciller Álvaro Leyva. Sin embargo, ese sacrificio contrasta con los 559 contratos que la Presidencia adjudicó de forma directa o, como dicen, 'a dedo' desde el 7 de agosto de 2022. Esto representa el 74 por ciento de todos los contratos, lo que demuestra que esa forma de adjudicarlos, un mal histórico durante décadas en Colombia, no solo sigue viva sino más vigente que nunca.


¿Dónde y en manos de quiénes se están quedando esos contratos? ¿Qué hará el Presidente Petro para detener esto? Hablamos de la investigación de la Unidad de Datos de EL TIEMPO.

Además, resumen de dos noticias de este jueves que tenían pendiente al país.

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