Amor con obras
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Descripción
Tanto amó Dios al mundo que le entregó a su Hijo Unigénito, para que todo el que crea en él no perezca sino que tenga la vida eterna (Jn 3,...
mostra máscrea en él no perezca sino que tenga la vida eterna (Jn 3, 15).
Con estas palabras del Evangelio de la Misa se nos muestra cómo la Pasión y
Muerte de Jesucristo es la manifestación suprema del amor de Dios por los hombres.
Él tomó la iniciativa en el amor entregándonos a quien más quiere, al que es objeto de
sus complacencias ( Cfr. Mt 3, 17): su propio Hijo. Nuestra fe «es una revelación de
la bondad, de la misericordia, del amor de Dios por nosotros. Dios es amor (Cfr. 1 Jn
4, 16), es decir, amor que se difunde y se prodiga; y todo se resume en esta gran
verdad que todo lo explica y todo lo ilumina. Es necesario ver la historia de Jesús
bajo esta luz. Él me ha amado, escribe San Pablo, y cada uno de nosotros puede y
debe repetírselo a sí mismo: Él me ha amado y sacrificado por mí (Gal 2, 20)» (Pablo
VI, Homilía en la fiesta del Corpus Christi, 13-VI-1975).
El amor de Dios por nosotros culmina en el Sacrificio del Calvario. Dios detuvo el
brazo de Abraham cuando estaba a punto de sacrificar a su hijo único, pero no detuvo
el brazo de quienes clavaron a su Hijo Unigénito en la Cruz. Por eso exclama San
Pablo, lleno de esperanza: El que no perdonó a su propio Hijo (…), ¿cómo no nos
dará con Él todas las cosas? (Rom 8, 32 ).
Información
Autor | José María Santana |
Organización | José María Santana |
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