El autocuidado implica tomar acciones proactivas para protegerse, tanto física como psicológicamente. La autodefensa va más allá de las habilidades físicas, abarcando también el manejo emocional y la conciencia situacional, componentes clave para fomentar una vida más segura y equilibrada. Cuando las mujeres sienten que pueden defenderse, esto se refleja en una mayor autoestima y bienestar general, contribuyendo a una vida más plena y sin miedo.    

Much@s viven con la preocupación constante de ser víctimas de algún tipo de agresión. Aprender Artes Marciales Tradicionales Japonesas puede ayudar a reducir este miedo, dándoles una sensación de control sobre su entorno y su capacidad de reacción. La práctica de técnicas de defensa personal no solo les ofrece un plan de acción ante posibles situaciones de peligro, sino que también reduce la ansiedad asociada a estos temores, contribuyendo a una mejora en su salud mental y emocional.