Identificar, asesorarse, evaluar, impulsar la formación, alertar, monitorear y reportar son algunos del los objetivos mínimos de un sistema de gestión de cumplimiento fiscal, todo esto acompañado de un conjunto de procedimientos y buenas prácticas en los negocios que te permitirán identificar y clasificar los riesgos operativos y legales a los que te puedes enfrentar y establecer mecanismos internos de prevención, gestión, control y reacción frente a los mismos.

Estos sistemas solo son sostenibles cuando se incorporan a la cultura de la organización o negocio y sobre todo al comportamiento y la actitud de las personas que trabajan para ella.

Cuando se habla de cumplir con las leyes, normas, procesos, directrices, políticas, estándares, códigos de la industria o comercio; se debe hablar de cumplir con integridad e inclusión.

Gracias por acompañarnos en este webinar de Fiscalizados: ente los negocios y los impuestos, como lo hemos comentado con este espacio buscamos generar información, en los que podamos compartir buenas prácticas, responder dudas y articular iniciativas que impulsen un régimen fiscal esbelto, simples y ágil, así como impulsar una cultura de integridad y cumplimiento en nuestra comunidad empresarial CONCANACO.

El cumplimiento fiscal es inevitable, como dicen los americanos: Death and Taxes. México, de acuerdo con la OCDE, ocupó el puesto 38 de los 38 países miembros en términos de la relación impuestos - PIB en 2020. En 2020, nuestro país tuvo una relación impuestos - PIB de 17.9% en comparación con el promedio de la OCDE de 33.5%.

El Banco Mundial en el 2020 reporta que México se encuentra en el lugar 120 de 190 en el indicador “pago de impuestos y contribuciones” que mide la carga administrativa que suponen estos pagos y lo que ocurre después de haberlos realizado, estando mejor posicionados que nosotros países como: Sudáfrica, El Salvador, Uganda, Guatemala, entre otros.

Pese al impacto económico que ha tenido la pandemia, ante el cese de actividades tanto para contribuyentes como para empresas. El cumplimiento de las obligaciones fiscales no para y cobra aún más relevancia, pues el incumplimiento puede ocasionar problemas económicos e incluso penales en contra de los causantes.

De ahí la importancia de implementar políticas de responsabilidad corporativa y códigos de buenas prácticas, que permitan erradicar o disminuir los riesgos para el negocio. La tecnología es cada vez más un aliado para el cumplimiento fiscal.

Y para hablar de este tema damos la bienvenida a Pablo Mendoza García, experto en la materia y que además es Presidente de la Comisión Fiscal del CCE.