EL PUBLICANO Y EL FARISEO - Psicologia Revolucionaria - Samael Aun Weor - Audiolibro Capítulo 27

21 de oct. de 2022 · 12m 32s
EL PUBLICANO Y EL FARISEO - Psicologia Revolucionaria - Samael Aun Weor - Audiolibro Capítulo 27
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Escrito por el maestro Samael Aun Weor Narración por Parsifal Flores Aguila en esta pagina encontraras la libreria de estos libros completos https://www.AudiolibrosGnosis.com Reflexionando un poco sobre las diversas circunstancias...

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Escrito por el maestro Samael Aun Weor
Narración por Parsifal Flores Aguila

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Reflexionando un poco sobre las diversas circunstancias de la vida, bien vale la pena
comprender seriamente las bases sobre las cuales descansamos.
Una persona descansa sobre su posición, otra sobre el dinero, aquella sobre el
prestigio, esa otra sobre su pasado, esta otra sobre tal o cual título, etc., etc., etc.
Lo más curioso es que todos, ya sea rico o mendicante, necesitamos de todos y
vivimos de todos, aunque estemos inflados de orgullo y vanidad.
Pensemos por un momento en lo que puedan quitarnos. ¿Cuál sería nuestra suerte en
una revolución de sangre y aguardiente?, ¿En qué quedarían las bases sobre las cuales
descansamos?, ¡Hay de nosotros, nos creemos muy fuertes y somos espantosamente
débiles!
El "Yo" que siente en sí mismo la base sobre la que descansamos, debe ser disuelto si
es que en realidad anhelamos la auténtica Bienaventuranza.
Tal "Yo" subestima a las gentes, se siente mejor que todo el mundo, mas perfecto en
todo, mas rico, mas inteligente, mas experto en la vida, etc.
Resulta, muy oportuno citar ahora aquella parábola de Jesús el Gran KABIR, acerca
de los dos hombres que oraban. Fue dicha a unos que confiaban en sí mismos como justos,
y menospreciaban a los otros.
Jesús el Cristo, dijo: "Dos hombres subieron al Templo a orar; uno era Fariseo y el otro
Publicano. El Fariseo, puesto en pie oraba consigo mismo de esta manera: Dios, te doy
gracias porque no soy como los demás hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aún como
este Publicano; Ayuno dos veces a la semana, doy diezmo de todo lo que gano. Más el
Publicano estando lejos, no quería ni alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho
diciendo: "Dios sé propicio a mí, pecador". Os digo que éste descendió a su casa justificado
antes que el otro; porque cualquiera que se enaltece será humillado; y el que se humilla será
enaltecido". (LUCAS XVIII, 10-14)
Empezar a darse cuenta de la propia nadidad y miseria en que nos encontramos, es
absolutamente imposible en tanto exista en nosotros el concepto ese del "Más". Ejemplos:
Yo soy mas justo que aquél, mas sabio que fulano, mas virtuoso que zutano, mas rico, mas
experto en las cosas de la vida, mas casto, mas cumplidor de sus deberes, etc., etc., etc.
No es posible pasar a través del ojo de una aguja mientras seamos "ricos", mientras
en nosotros exista ese complejo del "Mas".
"Es mas fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino
de Dios"

Eso de que tu escuela es la mejor y que la de mi prójimo no sirve; eso de que tu
Religión es la única verdadera, la mujer de fulano es una pésima esposa y de que la mía es
una santa; Eso de que mi amigo Roberto es un borracho y que yo soy un hombre muy
juicioso y abstemio, etc., etc., etc., es lo que nos hace sentirnos ricos; motivo por el cual
somos todos los "CAMELLOS" de la parábola bíblica con relación al trabajo esotérico.
Es urgente auto-observarnos de momento en momento con el propósito de conocer
claramente los fundamentos sobre los que descansa.
Cuando uno descubre aquello que mas le ofende en un instante dado; la molestia que
le dieron por tal o cual cosa; entonces descubre las bases sobre las cuales descansa
psicológicamente.
Tales bases constituyen según el Evangelio Cristiano "las arenas sobre las cuales
edificó su casa".
Es necesario anotar cuidadosamente como y cuando despreció a otros sintiéndose
superior tal vez debido al título o a la posición social o a la experiencia adquirida o al dinero,
etc., etc., etc.
Grave es sentirse uno rico, superior a fulano o a zutano por tal o cual motivo. Gente
así no puede entrar al Reino de los Cielos.
Bueno es descubrir en que se siente uno halagado, en que es satisfecha su vanidad,
esto vendrá a mostrarnos los fundamentos sobre los que nos apoyamos.
Sin embargo, tal clase de observación no debe ser cuestión meramente teórica,
debemos ser prácticos y observarnos cuidadosamente en forma directa, de instante en
instante.
Cuando uno comienza a comprender su propia miseria y nadidad; cuando abandona
los delirios de grandeza; cuando descubre la necedad de tantos títulos, honores y vanas
superioridades sobre nuestros semejantes, es señal inequívoca de que ya empieza a
cambiar.
Uno no puede cambiar si se cierra a eso que dice: "Mi casa". "Mi dinero". "Mis
propiedades". "Mi empleo". "Mis virtudes". "Mis capacidades intelectuales". "Mis capacidades
artísticas". "Mis conocimientos". "Mi prestigio" etc., etc., etc.
Eso de aferrarse a lo "Mío" a "Mí", es mas que suficiente como para impedir reconocer
nuestra propia nadidad y miseria interior.
Uno se asombra ante el espectáculo de un incendio o de un naufragio; entonces las
gentes desesperadas se apoderan muchas veces de cosas que dan risa; cosas sin
importancia.
¡Pobres gentes!, Se sienten en esas cosas, descansan en tonterías, se apegan a eso
que no tiene la menor importancia
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Autor Parsifal Flores
Organización Parsifal Flores
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