El huracán María nos afecto a todos. Y muchos piensan equivocadamente que irse a refugiar a una ciudad como Nueva York, es como llegar a un paraíso y comodidad. Quizás la tranquilidad temporera temporera de tener lo básico para sobrevivir, la electricidad y agua. Pero no es necesariamente la cosa más cómoda que teniendo mucho o poco, el huracán María te dejara sin techo, y que aun no habiendo salido del shock, llegue FEMA y te diga que no puedes permanecer en donde estas. Muchos ven FEMA y piensan en billete. Y otros ven FEMA en una situación como esta y es como que tienes que dejarte llevar porque no es que tengas muchas opciones. Y siendo FEMA “los federales”, alguna solución va a aparecer. Si eso es tener mente de mantenido o no, eso es una cosa que podemos debatir aparte, pero comenzando desde la época de España con el “Situado Mexicano”, donde la situación de “mantenidos” nos acompaña como pueblo desde entonces. He visto las reacciones al cortometraje, documental, viñeta, como le quieran llamar, titulado After María, y publicado en estos días como parte de la oferta de Netflix. Antes de su estreno, yo inclusive lo había promocionado en mis redes, sabiendo solo lo que se explicaba en la sinopsis por sus realizadores: “3 mujeres desplazadas por el huracán Maria a New York, echo por mujeres Puertorriqueñas. Fue logrado con mucho esfuerzo, amor y respeto. Por muchas mujeres puertorriqueñas ya sean nacidas en la diáspora o en Puerto Rico.” Ojo. Una cosa es la expectativa que uno se crea basado en el título, y otra es cuando te explican de que trata lo que vas a ver en realidad. Y para ir quitando cosas del chancletazo de hoy, yo tenía una expectativa del documental que no fue cumplida. Esa es parte de mi opinión. Tengo derecho a tenerla. Igual tu y todos los que piensen que les gustó o no les gustó. Porque es cuestión de opinión. Pero lo que ha generado todo esto, ha llegado a nivel de ridículo. Primero, irse en contra de las mujeres que aparecen en el documental. De mantenidas y buenas para nada no les han dicho nada en las redes sociales. Ahora te quiero preguntar a ti, a ti y a ti: ¿Te da vergüenza que el planeta vea parte de nuestra realidad? La pobreza siempre tiene cara de mujer. ¿Te molesta eso? Pues deberías molestarte contigo mismo. Porque si le exigiéramos mas a nuestros gobiernos, mejor educación y mejores condiciones de vida, no tendríamos una realidad tan cruda de pobreza donde a los ciudadanos no les llueven las opciones. Esa es la realidad. ¿O es que se nos olvida que eso es parte de toda la realidad y entorno inmediato? ¿Dónde esta la nobleza y solidaridad del “jíbaro castao’”, esos golpes de pecho que nos damos de muy puertorriqueños, pero a la hora de la verdad nos convertimos en unos salvajes con nosotros mismos? Reitero: Una cosa es que no te gustara el documental, y otra es que seamos tan canallas que no reconocer que esto es parte de nuestro desastre de haberle soltado demasiado a nuestros políticos. Si te indigna que el mundo vea estas cosas porque “no representan a Puerto Rico”, todavía no veo las firmas para quitar los documentales de los reguetoneros que antes de llegar a donde llegaron, tuvieron una vida de bajo mundo bestial, y donde la única forma de funcionar era metiendo 13 percocet diarias. O las series tipo Pablo Escobar, donde los pobres colombianos quedarían como que son los culpables de toda la cocaína del planeta y todo lo negativo que trae su trasiego. Pues digamos que estas mujeres del documental After María son unas mantenidas. Que tu no quieres que el mundo vea que en Puerto Rico hay mantenidos. Pero la etiqueta es demasiado grande. Porque hay gente que si, trabaja, y obligado tiene que coger cupones para poder balancear el acto. Coger cupones no es sinónimo de mantenido. Y cuidado, que tenemos gente mantenida elegida en urnas cada 4 años y no los estamos criminalizando como a las mujeres de esta historia. Las familias puertorriqueñas todas las que salieron, salieron por diferentes razones en un momento de caos total. Y eso no es fácil. Son puros retos los que enfrentan todos los grupos minoritarios que llegan a la Gran Nación del Sueño Americano, y lamentablemente el momento histórico sociopolítico en Estados Unidos, ninguna persona extranjera es bienvenida aunque tenga derechos de ciudadanos americanos. Las cosas hay que verlas en contexto. No es fácil ser puertorriqueño en la tierra norte o migrante sin lengua anglosajona o “person of color”, cambia todo. Y que la gente que está opinando sobre el documental este disparando de esa manera, sin contexto, me da hasta asco. Porque si bien lo de mantenido no es una cosa que queremos que digan de los puertorriqueños, tampoco quisiera que asociaran la palabra indolente a la raza de “jíbaros castao’s” que deberíamos ser. Asquea que estén criticando a estas mujeres. Que nadie apuntó las cámaras del documental hacia Puerto Rico como tal. ¿Se imaginan que se hubiese capturado? La indolencia metropolitana que tanto señalé los días después del huracán. Los sandwishes de prociuto, el Centro de Operaciones de Emergencias, los politicos moviendo plantas eléctricas, los furgones parados en el muelle, las 2 millones de botellas de agua potable que todavía están en la pista de aterrizaje de la base en Ceiba, o los mozalbetes que llegaban con AK47 a colarse en las filas de 12 horas de la gente tratando de coger gasolina en Guayama. ¿Eso no te da bochorno? Pero te abochornas y criminalizas a las mujeres del documental. No te abochornas que no se sabe nada en detalle de que pasó con la gestión de “Puerto Rico se levanta” de la oficina de la primera dama, la ayuda que se envió a nivel privado, los dineros recogidos por Marc Anthony, Danny Rivera? ¿Nadie va a recoger firmas para exigir explicaciones? ¿O es más fácil apuntarse la cherry con unas mujeres que consideras mantenidas? Esas mujeres compartieron su historia. Es parte de las cientos de miles que tenemos todos luego de María. Bien o mal realizado, cumpliendo o no la expectativa, el documental, la historia de estas mujeres es solo un eslabón de una historia mucho mas grande que todos vivimos, dentro y fuera de Puerto Rico. Es evidente que había mucho más, mucho, mucho, mucho, mucho más. Pero esta fueron las familias que se entregaron a contar algo que tale vez nunca hubiese tenido luz. No todas la personas que se fueron son para vivir del mantengo. A veces sencillamente es que todos necesitamos ayuda. No se puede juzgar así porque así. Pero yo si tengo que juzgar a los que están ni que recogiendo firmas para que quiten el documental de Netflix. ¿A qué clase de democracia aspiramos? ¿Censurar? La diversidad de opiniones hacen una democracia. Si el contenido no atenta contra nadie, no hay misoginia, no hay odio, ¿Por qué censurarlo cual si fuéramos un país unidimensional antidemocrático cual Unión Soviética? Nada, que en ese espejo quizás te ves como si fueras Tata Charbonier cuando no le gustó la sátira que le hicieron en la caricatura Pepito en el 2017 que logró que sacaran a Pepito de ese periódico. Entonces así de democráticos somos. No. Lo que somos es enanos tratando de dárnoslas de gigantes en ser los más democráticos del caribe. Wow, Panky, wow. La censura es la cosa mas terrible que puede suceder en una democracia. A los productores del documental les diré que la ganancia principal de esto es que han logrado sacar a relucir los peores colores de la falta de sensibilidad puertorriqueña dentro de el archipiélago. Quizás tenían razón en enfocarse en ese lado de la historia, y no apuntar las cámaras hacia el lado de la “verdadera tragedia”. Recuerda subscribirte al canal de YouTube.Com/WaloHD, darle like y follow a Facebook.Com/WaloHD, darle follow a Twitter.com/WaloHD, darle follow a , e instalar en tu teléfono el @iHeartRadio App completamente gratis para que puedas escuchar el audio podcast de la #NaciónChancleta.
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