El analista Juan Pablo Carrillo dijo en una de sus investigaciones, que en 1996 los productos alimenticios genéticamente modificados se empezaron a distribuir, y en los siguientes 9 años múltiples enfermedades crónicas se duplicaron, incluyendo alergias relacionadas a la comida, asma, autismo, obesidad, desordenes digestivos, diabetes y algunos cánceres. La Academia Americana de Medicina Ambiental concluyó que estudios en animales demuestran una relación causal entre alimentos modificados genéticamente y la infertilidad, el envejecimiento acelerado, insulina disfuncional, alteraciones en órganos y problemas inmunológicos e inflamación. Y después de informarse sobre la industria alimenticia y sus trucos y sus transgénicos, la verdad es que la palabra asco no es suficientemente fuerte para describir lo que se está haciendo con nuestra salud, dijo Carrillo.

Lamentablemente la primera semana de diciembre 2022, Forbes dio a conocer que: México ofrece a EU extender a 2025 plazo para prohibición de maíz transgénico: México ofreció a Estados Unidos extender hasta 2025 el plazo para iniciar con la prohibición en el país del maíz transgénico o genéticamente modificado, dijo la secretaria de Economía, Raquel Buenrostro. La funcionaria añadió que México elabora una propuesta para modificar un decreto presidencial que apunta a eliminar gradualmente el maíz transgénico para 2024 y que ha despertado el malestar estadounidense, la principal fuente del cultivo para el país latinoamericano. “Estamos trabajando aquí, al interior del Gobierno en hacer ese nuevo decreto y presentarlo”, afirmó Buenrostro, en una conferencia de prensa.