www.paradasolicitada.es > Ha sido uno de los arranques de verano más calamitosos. Se esperaba mucho del siempre victorioso junio. Pero, junto cuando se decidía su pase a octavos de final de mes… zasca, cae a la primera: la mismísima noche de San Juan.
Al parecer, estamos sufriendo una caída terporal del servicio de verano. Encendidas están las luces de emergencia otoñales. Los rituales de las hogueras casi se van al garete por lluvia y frío. Menos mal que existe la costumbre milenaria de saltar un perolo con velas en medio del salón. Para comprobar que es una costumbre transmitida de generación en generación, charlamos con la hermana de Vir y con su madre.