En Colombia el porcentaje de trabajadores informales oscila entre el 58 y 61% a nivel urbano y el 86% a nivel rural según diversas fuentes incluido el DANE y los gremios económicos.
Los trabajadores informales no contribuyen al sostenimiento del Sistema Nacional de Salud, ni al Sistema Pensional. Tampoco, en la gran mayoría de los casos, ahorran para su jubilación cuando sean viejos.
Así las cosas, cualquier cambio que se haga al régimen laboral colombiano tendrá efectos sobre la prestación de los servicios de salud y el sistema pensional.
Es decir que a la hora de abordar la necesidad de adelantar las tres reformas sociales que propone el gobierno del presidente Gustavo Petro el orden de los factores si afecta los productos.
El sentido común indica entonces que antes de definir los cambios al régimen pensional y al sistema de salud se debería reformar la legislación laboral.
La protección y conservación de los actuales empleos formales y la creación de estímulos a la formalización de todos los trabajadores deben ser los ejes fundamentales.
La nueva normatividad debe ser más flexible y contemplar las nuevas realidades como el trabajo híbridos, el teletrabajo, la globalización del empleo y las libertades que reclaman los trabajadores del Siglo XXI.
Todo lo contrario a lo que estamos haciendo.

#Noticias #Análisis #reformas