Iván trabaja en lo “oscurito”. Esa es la forma en que formular medicina cannábica significa para muchas personas en México. Unos lo llaman mercado negro, otros mercado gris. Sea como le llamen, ciertamente tiene aún mucho de escondido en muchos países del mundo.

Dice que desde que fue a un curso de medicina botánica, lo del título de “ingeniero” lo complementó con otro no tan rimbombante, pero no menos importante: ¨herbolario”.

Ahora, se dedica a curar con las plantas. A hacer ese tipo de preparativos medicinales tradicionales no solo con el cannabis, sino con otro tipo de medicinas que da el suelo mexicano.

Iván cuenta que fue la insistencia de una amiga, lo impulsó a comenzar a probar con el cannabis para ayudar a curar el dolor crónico que ella padecía.

Comenta, como si fuera aquel mismo día, que el resultado fue muy alentador. El compuesto que le formuló, la ayudó a reducir el dolor y con eso, mejorar su estado de salud. No fue necesario algo más. Ivan comenzó a trabajar con cannabis.

Luego, vino la experimentación con su esposa, quién padece un mal que le provoca dolores crónicos. La respuesta fue igual de positiva: el cannabis ayudaba ahora a su familia.

Siendo este mexicano uno de tantos que habrá; que se ganán la vida curando con plantas legales y, en lo “oscurito” también con cannabis, él representa un tipo de industria más tradicional, artesanal e histórica.

Por muchos cientos de años al rededor del planeta, las personas han confiado la curación de sus males a un ser supremo y a la asistencia de las preparaciones elaboradas por personas como Iván.

Ahora que un proceso de legalización está parado en México, muchos como este ingeniero reconvertido, son un segmento de la industria que siempre ha estado ahí y que merece más atención, aunque los faroles y los megáfonos de la legalización sean para las grandes empresas y corporaciones.

En esta entrevista, Iván además nos cuenta cómo algunos oficiales de la ley y el orden en México, recomiendan dar alguna colaboración económica para evitar lleva el casos a los tribunales, si que alguna vez, te agarran con un poco de “mota” en el carro.