En varios foros hemos conversado sobre los retos que en materia de compliance se enfrentarán este año. Sin duda, la figura del oficial de cumplimiento jugará un rol primordial dentro de todas las organizaciones, no solamente las empresariales sino también las públicas y sociales, que ante una sociedad cada vez más consciente reclama transparencia, rendición de cuentas claras, y un compromiso social, ambiental y de gobernanza. La era post pandemia exigirá a las áreas de compliance una rápida adaptación a escenarios imprevisibles. El teletrabajo, el cambio climático y la digitalización de los procesos exige nuevos mapas de riesgos. Un ejemplo de estos cambios en la sociedad es el que nos comentó Enrique Lendo en el weekly pasado, sobre la primera demanda en el mundo contra la Junta Directiva de Shell por inacción climática o mala gestión de la transición climática, poniendo en riesgo el éxito comercial y la reputación de la empresa. Otra área de especialización para el oficial de cumplimiento será la Inteligencia Artificial, utilizada con mayor frecuencia por las empresas. Lo que lleva a poner el foco en la responsabilidad por posibles daños. Actualmente el oficial de cumplimiento es considerado como una pieza clave en la toma de decisiones y en el control de las operaciones. Ante una tendencia mundial de fortalecer la regulación normativa no posee una función específica estática, sus responsabilidades varían de empresa a empresa según su estructura jerárquica, las operaciones específicas y su cadena de mando. Contar con un oficial de cumplimiento representa beneficios importantes para las organizaciones, entre ellos: evita procesos legales desfavorables; garantiza el cumplimiento y el comportamiento ético ante inversionistas, socios, clientes y consumidores; impulsa y soporta la reputación de la empresa; identifica fraudes; garantiza la igualdad y diversidad en los espacios de trabajo. Sin duda todas estas áreas hacen cuestionarnos ¿hasta dónde es la responsabilidad del oficial de cumplimiento? Derivado de estos encargos ¿Cuáles son las habilidades que deben tener? El oficial de cumplimiento debe trabajar para reforzar el comportamiento ético y los procesos adecuados para que la organización siempre opere en un marco seguro. Por ello, conocer las tendencias en cuanto los temas que las áreas de cumplimento deben vigilar como es el caso del modelo de gestión ESG (medio ambiente, sostenibilidad y gobernanza) en un mundo en el que la información está al alcance de todos los consumidores, en el que cada año surgen nuevas normativas de impacto global. Lo que nos obliga, a nosotros como oficiales de cumplimiento, a mantenernos actualizados, y a generar más y mejor sinergia entre todos los profesionales del compliance a lo largo del continente, y del mundo.