Ante un entorno empresarial cada vez más complejo, los gobiernos corporativos toman más relevancia para la gestión eficaz de las empresas. Estableciendo un marco de responsabilidades, reglas y principios éticos que deben guiar el actuar de la compañía y las relaciones con sus diversos grupos de interés de manera sostenible. La G de “gobernanza” en los criterios ESG (por sus siglas en inglés), es pilar para el éxito empresarial sostenible, ya que se enfoca en el cómo se toman las decisiones, asegurando que los valores y propósito estén presentes en la estrategia de negocios, además de sustentar el compromiso con las otras dos letras (ambiental y social), para que sean efectivas y no solamente estrategias para parecer sostenibles sin serlo. En la actualidad los consumidores valoran a las marcas por hechos que van más allá de la calidad de sus productos y servicios. Se crea un vínculo de fidelidad más fuerte, si el consumidor considera que la empresa se alinea con ideas medioambientales y sociales (ESG). Tras la pandemia y la crisis climática, que vivimos, los criterios ESG han cobrado mayor importancia. Los gobiernos están legislando en este sentido, y, para las empresas, además de ser una preocupación reputacional, se ha convertido en un imperativo normativo. Para los inversores estos temas se han vuelto clave para la financiación. Según Morningstar Direct, los activos globales de fondos ESG aumentaron hasta los 2.74 billones de dólares en 2021, frente a los 1.65 billones de dólares de finales de 2020 y los 1.28 billones de dólares de 2019. De acuerdo con Bloomberg, la emisión de bonos sostenibles superó los 1.6 billones de dólares en 2021. Un estudio de Morgan Stanley en 2021 reveló que el 79% de los inversores estadounidenses y el 99% de los millennials estaban interesados en la inversión sostenible. Según el mismo estudio, el 50% de todos los inversores y el 75% de los inversores de la generación milennial han hecho o planean hacer cambios en sus inversiones en respuesta a los movimientos de justicia social. La incorporación de compromisos ESG en el comercio internacional ha generado un incremento en las disputas globales. El Informe Anual de Estadísticas de Solución de Controversias de la Cámara de Comercio Internacional 2020 reveló que desde 2015 se han registrado más de 1,000 litigios relacionados con el cambio climático en diferentes jurisdicciones. En 2021, las disputas en materia de construcción, ingeniería y energía alcanzaron el 38% del total de los casos nuevos registrados en ese año. Detrás de cada incumplimiento de una empresa, ya sea en temas ambientales, sociales o de probidad, hay un gobierno corporativo ineficaz. Por ello, una gobernanza corporativa eficaz es la base para que la empresa tenga prácticas solidas de ética corporativa. Lo que la hace menos propensa a enfrentar sanciones o multas por malas prácticas. Además, suelen estar más preparadas para enfrentar crisis, se vuelven más resilientes, incrementando la confianza de los inversores y del público en general.
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