Evangelio Del Día Jueves 20 de Octubre | Enciende El Mundo Con Tu Amor| Hoy en Oración
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Descripción
Evangelio Diario LITURGIA - 20 DE OCTUBRE DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde XXIX Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II I Semana...
mostra másLITURGIA - 20 DE OCTUBRE DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XXIX Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
I Semana del Salterio
Primera Lectura Efesios 3, 14-21
Salmo 32
Evangelio Lucas 12, 49-53
“¡No he venido a traer paz, sino división!”
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Él vino para “separar con el fuego”. ¿Separar qué? El bien del mal, lo justo de lo injusto. En este sentido vino a “dividir”, a poner en “crisis” —pero de modo saludable— la vida de sus discípulos, destruyendo las fáciles ilusiones de cuantos creen poder conjugar la vida cristiana y la mundanidad, la vida cristiana y las componendas de todo tipo, las prácticas religiosas y las actitudes contra el prójimo. Conjugar, algunos piensan, la verdadera religiosidad con las prácticas supersticiosas: cuántos así llamados cristianos van con el adivino o la adivina para hacerse leer la mano. Y esta es superstición, no es de Dios. Se trata de no vivir de manera hipócrita, sino de estar dispuestos a pagar el precio de la decisiones coherentes —esta es la actitud que cada uno de nosotros debería buscar en la vida: coherencia— pagar el precio de ser coherentes con el Evangelio. Coherencia con el Evangelio. (Angelus 18 agosto 2019)
Reflexión del Evangelio de hoy (Fr. Martín Alexis González Gaspar O.P.)
El ponerse de rodillas ha venido a ser una postura típica de los creyentes ante Dios. Un modo de orar que Pablo siente con humildad e intensidad a la vez. Se pone de rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo. Recalca así el hecho de que Dios es Padre, es “el Padre”, de quien toma nombre toda familia.
Vemos que la primera necesidad de un creyente es fortalecer y robustecer el hombre interior. Es el Espíritu Santo, que mora en nuestro interior, el que provoca un cambio desde dentro hacia fuera. Pablo entiende que el cristiano tiene que abrir su corazón y dejar que el Señor habite en él, pero no como huésped, sino como propietario, de forma definitiva. Pero solamente un hombre que haya fortalecido su ser interior será capaz de rendir su corazón a Dios. Por tanto, lo primero a observar es que el arraigo y cimentación en el amor es lo que nos va a permitir comprender el amor de Dios. Como tenemos comunión con Cristo que mora en nosotros, tenemos una experiencia viva de ese amor, pero aquellos que se empeñen en tener a Cristo en el corazón como un huésped, en realidad no experimentarán nunca el amor de Cristo sino de una forma esporádica y poco edificadora. Sólo siguiente este itinerario se puede llegar a la meta “ser llenos de toda la plenitud de Dios”.
Pablo no puede por menos que atribuirle gloria al Padre, es decir, resaltar la manifestación de lo que Él es, y su correspondiente reconocimiento por todo lo creado. A Él le es dada la gloria que se manifiesta en la Iglesia y en Cristo como centro y vehículo principal del plan de salvación.
Ese Jesús que hoy sorprende con sus palabras. No parecieran estas palabras de Aquel en el que continuamente buscamos calma, regocijo, consuelo…Paz, en definitiva. Lo que ocurre es que sus palabras son contrarias a lo que el mundo propone. Alinearse con lo que Jesús nos dice, enseguida te marca como loco y extraño en esta sociedad; no se entiende, no entra dentro de esa felicidad de consumo rápido y accesible. Sí, también nosotros, los que hemos sido llamados por Jesucristo, chocamos con nuestra propia debilidad y a menudo nos vemos cruzando la línea, situándonos en el lugar que tan a menudo criticamos.
Seguir a Jesús, significa en muchos casos incomodar, denunciar, ir a contracorriente de lo establecido, y también de lo que nos apetece, porque también nosotros somos del mundo y se nos pide renunciar a lo que nos vuelve ciegos. Jesús se sentía portador del fuego purificador y de la presencia del Reino. El Evangelio no sabe de parentescos, no se impone a los individuos. Declarar que el Evangelio es a toda costa un vínculo para unir a todos sería una falsedad. Ser testigo es estar dispuesto a emprender la batalla de la incomprensión y la indiferencia empezando por los de nuestra propia casa. Por todo ello, mejor aceptar estos riesgos sin llevarnos a engaño.
LECTURA DEL DÍA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
Ef 3, 14-21
Hermanos: Me arrodillo ante el Padre, de quien procede toda paternidad en el cielo y en la tierra, para que, conforme a los tesoros de su bondad, les conceda que su Espíritu los fortalezca interiormente y que Cristo habite por la fe en sus corazones. Así, arraigados y cimentados en el amor, podrán comprender con todo el pueblo de Dios, la anchura y la longitud, la altura y la profundidad del amor de Cristo, y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano, para que así queden ustedes colmados con la plenitud misma de Dios.
A él, que, con su poder que actúa eficazmente en nosotros, puede hacer infinitamente más de lo que le pedimos o entendemos, le sea dada la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las edades y por todos los siglos. Amén.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 12, 49-53
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego a la tierra, ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo, ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan acaso que he venido a traer paz a la tierra? De ningún modo. No he venido a traer la paz, sino la división. De aquí en adelante, de cinco que haya en una familia, estarán divididos tres contra dos y dos contra tres. Estará dividido el padre contra el hijo, el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra’’.
Oración
Señor, gracias porque siempre estás buscando la manera de que yo me dé cuenta y sea consciente de que me amas profundamente. En este día quiero pedirte que me des la gracia de ser un signo de tu amor para aquellos que no te conocen, es mi deseo que puedas usarme como un instrumento para dar de tu amor a aquellos que tanto lo necesitan.
Acción
Hoy seré muy explícito al decirles a mis seres queridos que los amo y que son sumamente importantes para mí.
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