Evangelio Del Día Jueves 25 de Agosto | Cara a Cara | Hoy en Oración
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Descripción
Evangelio Diario LITURGIA - 25 DE AGOSTO DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde XXI Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II I Semana...
mostra másLITURGIA - 25 DE AGOSTO DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XXI Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
I Semana del Salterio
Primera Lectura 1 Corintios 1, 1-9
Salmo 144
Evangelio Mateo 24, 42-51
“Estad preparados”
Reflexión del Evangelio de hoy (Fray Emilio García Álvarez O.P.)
Pablo y la comunidad: reconocer los dones y animar a la fidelidad
Al comienzo de su primera carta a los Corintios, Pablo los saluda del modo acostumbrado (es uno de los saludos que ha adoptado la liturgia para iniciar la celebración, dando a entender la estrecha vinculación que existe entre la predicación apostólica y la liturgia de las comunidades). Reivindica desde el principio su condición de apóstol revestido de autoridad, quizá porque hay quienes lo rechazan como impostor e intruso. Al mismo tiempo, reconoce que ha sido “llamado”, es decir, que su vocación no es fruto de sus méritos, sino totalmente gratuita. El evangelizador es siempre un enviado.
Los destinatarios son designados aquí con solemnidad: “A la Iglesia de Dios que está en Corinto”; es la Iglesia universal implantada en un lugar concreto. Y sus miembros han sido “consagrados por Dios”. Se trata de una santidad que no se refiere tanto al comportamiento ejemplar de esos cristianos, sino al hecho de que han recibido una nueva identidad: han sido salvados por Dios en Cristo Jesús en virtud de su bautismo. Todo bautizado es, en este sentido, santo, condición que le recuerda su dignidad, a la vez que le exige una conducta acorde con ese nuevo modo de ser.
El Apóstol da gracias por el don que Dios les ha hecho al darles a conocer a Jesucristo. Un don que se diversifica en tres aspectos: la palabra y el conocimiento, principales riquezas de los corintios (como partícipes de la cultura griega); los ‘carismas’, que son gracias, singulares dones de Dios en provecho de la comunidad; y la perspectiva del “día de nuestro Señor Jesucristo”, es decir la presencia final de Cristo en la historia (la “parusía”, aquí más bien llamada ‘apocalipsis’ o ‘manifestación’) para consumar su obra salvífica entre aquellos que, como los corintios, le hayan sido fieles hasta el final. Una promesa de plenitud que se nos hace a todos y que concuerda con el don que hemos recibido desde el principio.
Jesús y los discípulos: vivir pendientes del encuentro con él
Jesús nos habla del final de los tiempos (“la venida del Hijo del hombre”) y de que hemos de estar preparados para ello. Y lo ilustra con parábolas, que son un toque de atención: el señor de la casa se puede ausentar, pero está alerta para proteger sus intereses (¿somos también nosotros cuidadosos para que no nos traicione nuestra conducta descuidada o nuestra indiferencia?)
Jesús habla también de dos mayordomos, uno fiel (y por eso es premiado), otro malvado (que merece castigo). Jesús muestra con ello una crítica a los dirigentes de Israel; pero más allá de ese reproche a un grupo concreto, la parábola quiere hacernos a todos una advertencia escatológica: mientras se espera la venida del Señor, conviene adoptar la actitud del mayordomo fiel. Es verdad que la tardanza que menciona el relato muestra que la comunidad de Mateo ya no espera que esa venida sea inminente (sin duda la segunda generación cristiana comienza a relajarse), pero el Señor vendrá y hay que vivir según sus enseñanzas. La fecha es lo de menos. Lo que importa es vivir atentos y estar siempre disponibles y dispuestos.
Esa venida definitiva del Señor, ¿tiene algo que ver con nuestra vida presente? Y esa advertencia de Jesús, ¿nos hace despertar de nuestra somnolencia?
LECTURA DEL DÍA
Lectura de la carta de San Pablo a los Corintios
1 Cor 1, 1-9
Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por voluntad de Dios, y Sóstenes, mi colaborador, saludamos a la comunidad cristiana que está en Corinto. A todos ustedes, a quienes Dios santificó en Cristo Jesús y que son su pueblo santo, así como a todos aquellos que en cualquier lugar invocan el nombre de Cristo Jesús, Señor nuestro y Señor de ellos, les deseo la gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y de Cristo Jesús, el Señor.
Continuamente agradezco a mi Dios los dones divinos que les ha concedido a ustedes por medio de Cristo Jesús, ya que por él los ha enriquecido con abundancia en todo lo que se refiere a la palabra y al conocimiento; porque el testimonio que damos de Cristo ha sido confirmado en ustedes a tal grado, que no carecen de ningún don ustedes, los que esperan la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él los hará permanecer irreprochables hasta el fin, hasta el día de su advenimiento. Dios es quien los ha llamado a la unión con su Hijo Jesucristo, y Dios es fiel.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 24, 42-51
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Velen y estén preparados, porque no saben qué día va a venir su Señor. Tengan por cierto que si un padre de familia supiera a qué hora va a venir el ladrón, estaría vigilando y no dejaría que se le metiera por un boquete en su casa. También ustedes estén preparados, porque a la hora en que menos lo piensen, vendrá el Hijo del hombre.
Fíjense en un servidor fiel y prudente, a quien su amo nombró encargado de toda la servidumbre para que le proporcionara oportunamente el alimento. Dichoso ese servidor, si al regresar su amo, lo encuentra cumpliendo con su deber. Yo les aseguro que le encargará la administración de todos sus bienes.
Pero si el servidor es un malvado, y pensando que su amo tardará, se pone a golpear a sus compañeros, a comer y emborracharse, vendrá su amo el día menos pensado, a una hora imprevista, lo castigará severamente y lo hará correr la misma suerte de los hipócritas. Entonces todo será llanto y desesperación’’.
Oración
Señor, acepto la llamada que me haces a la santidad, sé que por mis méritos o fuerzas no lo podré conseguir, pero me confío a la acción de tu Espíritu Santo y a la intercesión de la Virgen María. Toma mi esfuerzo y complétalo con tu gracia.
Acción
Hoy seré consciente de que mi rumbo es la santidad y actuaré en consecuencia, siendo imagen de Dios.
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