Evangelio Del Día Lunes 17 de Octubre | Usar Nuestros Talentos | Hoy en Oración

17 de oct. de 2022 · 7m 6s
Evangelio Del Día Lunes 17 de Octubre | Usar Nuestros Talentos | Hoy en Oración
Descripción

Evangelio Diario LITURGIA - 17 DE OCTUBRE DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde XXIX Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II I Semana...

mostra más
Evangelio Diario
LITURGIA - 17 DE OCTUBRE DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XXIX Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
I Semana del Salterio
Primera Lectura Efesios 2, 1-10
Salmo 99
Evangelio Lucas 12, 13-21

“Guardaos de toda clase de codicia”

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Cuando el Señor bendice a una persona con las riquezas, la hace administrador de esas riquezas para el bien común y para el bien de todos, y no para su propio bien. Pero no es fácil llegar a ser un administrador honrado, porque existe siempre la tentación de la codicia, de llegar a ser importante: el mundo te enseña esto y nos lleva por este camino. Pensar en los demás, pensar que lo que tengo está al servicio de los demás, y que nada de lo que tengo podré llevar conmigo. Y si uso lo que el Señor me ha dado para el bien común, como administrador, esto me santifica, me hará santo. (Santa Marta, 19 junio 2015)


Reflexión del Evangelio de hoy (D. Félix García O.P.)
Estáis salvados por pura gracia
Así van las cosas. En esta carta a los Efesios se han apoyado diversas tendencias cristianas, entre ellas, la más importante, la que con Lutero llevará a la división de la Iglesia de Cristo en, al menos, dos ramas.

¿Qué nos justifica ante Dios? ¿La fe? ¿Las obras? Difícil llegar a una conclusión definitiva del asunto, aunque la carta de San Juan nos invite a mostrar la fe sin obras, o que las obras muestren la fe. Y, ¿si somos salvados por pura gracia, donde queda nuestra libertad para elegir?

Puede que estas disquisiciones teológicas deban ser orilladas por nosotros, pobres e ignorantes criaturas. Pero si debemos fijarnos en las contundentes frases que en esta misma epístola leemos. Hemos sido creados por el amor de Dios para conocerlo por Jesucristo y hemos llegado a este mundo para hacer buenas obras.

Y debemos tener en cuenta que San Pablo no nos dice que debemos hacer para salvarnos, sino que ya estamos salvados, que ya somos hijos de Dios, aunque falte que aparezcamos como tales en plenitud. Tenemos que tener en cuenta una verdad incontrovertible: no es que tengamos que resucitar para ser hijos, sino que por ser hijos seremos resucitados. La resurrección de Cristo nos ha hecho ya hijos resucitados de Dios, aunque aún no se haya manifestado este hecho en toda su grandeza. Hagamos, pues, buenas obras, porque los hijos de Dios no podemos hacer otra cosa.

Mirad: guardaos de toda clase de codicia
En esto estamos. Somos egoístas y lo hacemos notar en nuestras actitudes a lo largo de nuestra vida. Nos gusta perder el tiempo lamentando lo que deseamos y no tenemos, que suele ser más de lo que poseemos, sin dejar de pensar y calcular cuánto creemos necesitar o como disfrutaremos de lo que tenemos. Y lo hacemos en primera persona: “yo”, “mí”, “para mí”. Mi ego es el centro que domina y rige mi entorno, o eso me creo.

El egoísmo es el sentimiento dominante en nuestra sociedad, y lo que es peor, en nosotros mismos. Perdemos la vida, la dejamos pasar, tratando de acumular riquezas, propiedades, objetos que dejen chicos a los demás, y de pronto nos damos cuenta de que todo eso no nos hace felices, incluso que no sirven para nada. Solo ocupan un lugar y nos dan el trabajo de quitarles el polvo de vez en cuando. Pero no nos sabemos desprender de nada. No sabemos cuestionamos ¿por qué seguimos acumulando inutilidades?

El hombre rico del que nos habla el Evangelio está satisfecho: tiene mucho más de lo que necesita y podrá darse a la buena vida durante mucho tiempo. ¡Qué estupidez! No se da cuenta de que es dueño de mucho, pero no es dueño del tiempo, que siempre corre en contra.
Solemos rezar, guiados por Jesús: “Danos nuestro pan del mañana”, pero en el fondo pretendemos ir más lejos y, en realidad, queremos el pan para muchos días, ponerle precio y comerciar con él.

Cuando nos hemos decidido a acumular riqueza, hemos perdido de vista que solo somos administradores de lo que recibimos, que no somos propietarios, sino canales por los que los bienes de Dios deben llegar a todos los hombres. Nos falta comprender que somos los continuadores de la obra creadora porque para eso nos hizo Dios. Olvidamos que nuestras manos son sus manos, que somos los obreros constructores del Reino de Dios, no de nuestro propio reino.

¿Podemos imaginar un mundo donde todos tengamos lo que necesitamos, todos aportemos lo que tenemos y todos estemos contentos con lo que nos toca? ¿Podríamos plantearnos, siquiera sea teóricamente, que a nadie debe sobrarle y a nadie debe faltarle? ¿Qué excusa podríamos encontrar para tanta guerra, tanta envidia, tanto daño que nos hacemos unos a otros en nombre de unos pretendidos derechos realmente inexistentes?

Y olvidamos que estamos en las manos de Dios y que Dios nos quiere con amor maternal, pero nos ha hecho caducos, con fecha de caducidad escrita en el fondo del envase. Y me surge una pregunta: ¿Podremos mirar a Dios cara a cara cuando lo encontremos?


LECTURA DEL DÍA
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios
Ef 2, 1-10
Hermanos: Ustedes estaban muertos por sus delitos y pecados, porque en otro tiempo vivían según los criterios de este mundo, obedeciendo al que está al frente de las fuerzas invisibles del mal, a ese espíritu que ejerce su acción ahora sobre los que resisten al Evangelio. Entre ellos estuvimos también nosotros, pues en otro tiempo vivíamos sujetos a los instintos, deseos y pensamientos de nuestro desorden y egoísmo, y estábamos naturalmente destinados al terrible castigo de Dios, como los demás.
Pero la misericordia y el amor de Dios son muy grandes; porque nosotros estábamos muertos por nuestros pecados, y él nos dio la vida con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad suya, hemos sido salvados. Con Cristo y en Cristo nos ha resucitado, y con él nos ha reservado un sitio en el cielo. Así, en todos los tiempos, Dios muestra por medio de Cristo Jesús, la incomparable riqueza de su gracia y de su bondad para con nosotros.
En efecto, ustedes han sido salvados por la gracia, mediante la fe; y esto no se debe a ustedes mismos, sino que es un don de Dios. Tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir, porque somos hechura de Dios, creados por medio de Cristo Jesús para hacer el bien que Dios ha dispuesto que hagamos.


EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 12, 13-21
En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de una multitud, un hombre le dijo: “Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia”. Pero Jesús le contestó: “Amigo, ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?”
Y dirigiéndose a la multitud, dijo: “Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea”.
Después les propuso esta parábola: “Un hombre rico tuvo una gran cosecha y se puso a pensar: ‘¿Qué haré, porque no tengo ya en dónde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida’. Pero Dios le dijo: ‘¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?’ Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios”.


Oración
Padre Celestial, tu misericordia y amor son muy grandes; porque yo estaba muerto por mis pecados, y tú me diste la vida con Cristo y en Cristo. Por pura generosidad tuya he sido salvado. Con Cristo y en Cristo me has resucitado, y con él me has reservado un sitio en el cielo.

Acción
Hoy me repetiré constantemente: "He sido salvado por la gracia y el amor de mi Dios". Y veré en qué cosas de mi vida no estoy obrando como un salvado por Dios.
mostra menos
Información
Autor Hoy En Oracion
Organización Hoy En Oracion
Página web -
Etiquetas

Parece que no tienes ningún episodio activo

Echa un ojo al catálogo de Spreaker para descubrir nuevos contenidos.

Actual

Portada del podcast

Parece que no tienes ningún episodio en cola

Echa un ojo al catálogo de Spreaker para descubrir nuevos contenidos.

Siguiente

Portada del episodio Portada del episodio

Cuánto silencio hay aquí...

¡Es hora de descubrir nuevos episodios!

Descubre
Tu librería
Busca