Evangelio Del Día Lunes 19 de Septiembre | Dar Luz Con Nuestras Obras | Hoy en Oración
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Descripción
Evangelio Diario LITURGIA - 19 DE SEPTIEMBRE DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde XXV Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II I Semana...
mostra másLITURGIA - 19 DE SEPTIEMBRE DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XXV Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
I Semana del Salterio
Primera Lectura Proverbios 3, 27-34
Salmo 14
Evangelio Lucas 8, 16-18
“Nada hay oculto que no llegue a descubrirse”
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Testimonio. Una de las peculiaridades de las actitudes cristianas. Un cristiano que lleva esta luz, debe hacerla ver porque él es un testigo. Y si un cristiano prefiere no hacer ver la luz de Dios y prefiere las propias tinieblas, entonces le falta algo y no es un cristiano completo. Una parte de él está ocupada, las tinieblas le entraron en el corazón, porque tiene miedo de la luz y prefiere los ídolos. Pero el cristiano es un testigo, testigo de Jesucristo, luz de Dios. Y deber poner esta luz en el candelabro de su vida. (Homilía Santa Marta, 28 enero 2016)
Reflexión del Evangelio de hoy (D. Carlos José Romero Mensaque, O.P.)
El Señor se burla de los burlones y concede su gracia a los humildes
El texto del libro de los Proverbios constituye un auténtico tesoro de lo que es y significa la Sabiduría de Dios, que va mucho más allá de la razón y los valores exclusivamente humanos. El pueblo de Israel toma conciencia de que ayudar al que lo necesita, evitar el enfrentamiento, experimentar la envidia incluso por el que parece triunfar mediante la violencia… responde a la voluntad de un Dios que es Padre y quiere lo mejor para sus hijos, que solo en Él todo tiene sentido.
Tendríamos que tomar conciencia de esta Sabiduría del Amor que Dios nos propone en este mundo, ser capaces de descubrir, con su gracia y más allá de las apariencias, que merece la pena empeñar nuestra vida en una Fe que nos salva a todos los hombres.
Nada hay oculto que no llegue a descubrirse
La parábola de la Lámpara se sitúa tras la del Sembrador y ambas se refieren al anuncio de la Palabra de Dios por Cristo y las distintas respuestas y acogidas con que es recibida por nosotros los hombres. Como bien afirma San Juan en el prólogo a su Evangelio, la Palabra es la Luz que ilumina al mundo. Recibirla con verdadera fe implica hacerla arder en el candelero de mi vida a la vista de todos, pero ocultarla por miedo o vergüenza es poner en evidencia nuestras oscuridades, mediocridades, hipocresías…
Por eso es importante descubrir que la Palabra de Dios se dirige personalmente a cada uno de nosotros y en nuestras circunstancias concretas y es una Palabra de Salvación, de felicidad, pero que ciertamente implica una respuesta sincera y comprometida: la mía, no la de mis contextos familiares o de conveniencias…
El Señor, que nos conoce y nos quiere, nunca se va a cansar de llamarnos para integrarnos en su “familia” que es la Iglesia. Pero es nuestra decisión dejarnos prender por la Luz y ser lámpara o esconderla y dejar que se apague como a las vírgenes necias.
¡Pero que hermosa es esta misión de dar luz al mundo! Pero es una misión que nosotros tenemos. Es hermosa… También es hermoso conservar la luz que hemos recibido de Jesús. Custodiarla, conservarla. El cristiano tendría que ser una persona luminosa, que lleva luz, siempre da luz, una luz que no es suya, sino que es un regalo de Dios, un regalo de Jesús. Y nosotros llevamos esta luz adelante. Si el cristiano apaga esta luz, su vida no tiene sentido. Es un cristiano solo de nombre, que no lleva la luz. Una vida sin sentido. Pero yo quisiera preguntaros ahora: ¿Cómo queréis vivir vosotros? ¿Como una lámpara encendida o como una lámpara apagada? ¿Encendida o apagada? ¿Cómo queréis vivir? Pero no se escucha bien aquí. ¡Lámpara encendida!, ¿eh? Y es precisamente Dios el que nos da esta luz y nosotros se la damos a los demás. ¡Lámpara encendida! Esta es la vocación cristiana.
(Papa Francisco. Ángelus del 9 de febrero de 2014)
LECTURA DEL DÍA
Lectura del libro de los Proverbios
Prv 3, 27-34
Hijo mío, no le niegues un favor a quien lo necesita,
si lo puedes hacer.
Si le puedes dar ahora a tu prójimo lo que te pide,
no le digas: "Vete y vuelve mañana".
No pienses en hacerle daño a tu prójimo,
que ha puesto su confianza en ti.
Con nadie entables pleito sin motivo,
si no te ha hecho ningún daño.
No envidies al hombre malvado
ni imites nunca sus acciones,
porque el Señor aborrece a los perversos
y es amigo del hombre justo.
El Señor maldice la casa del malvado
y llena de bendiciones la del justo.
El Señor se burla de aquellos que se burlan
y con los humildes se muestra bondadoso.
Los sensatos recibirán honores
y los insensatos, ignominia.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 8, 16-18
En aquel tiempo, Jesús dijo a la multitud: "Nadie enciende una vela y la tapa con alguna vasija o la esconde debajo de la cama, sino que la pone en un candelero, para que los que entren puedan ver la luz. Porque nada hay oculto que no llegue a descubrirse, nada secreto que no llegue a saberse o a hacerse público.
Fíjense, pues, si están entendiendo bien, porque al que tiene se le dará más; pero al que no tiene se le quitará aun aquello que cree tener".
Oración
Dame un corazón sencillo y dispuesto, Jesús, un corazón solícito como el tuyo, dame también una actitud de escucha constante y el discernimiento necesario para descubrir tu rostro en el rostro de mis hermanos necesitados, y así, poder servirte y amarte en ellos
Acción
Hoy estaré atento a las solicitudes de recursos materiales, espirituales o de tiempo en las que yo pueda contribuir y las haré con una actitud dispuesta y alegre.
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