Evangelio Del Día Lunes 8 de Agosto | Dios Nos Da Libertad | Hoy en Oración
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Descripción
Evangelio Diario LITURGIA - 08 DE AGOSTO DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde XIX Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II III Semana...
mostra másLITURGIA - 08 DE AGOSTO DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XIX Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
III Semana del Salterio
Primera Lectura Ezequiel 1, 2-5. 24-28
Salmo 148
Evangelio Mateo 17, 22-27
“¡Qué hermosos los pies del que anuncia la Buena Noticia!”
Reflexión del Evangelio de hoy
Este breve pasaje nos ilustra cómo el cristiano está obligado a cumplir con las leyes puestas por el Estado, de la misma manera que Jesús lo hizo y enseñó a sus discípulos a realizarlo.
Y es que, aun viviendo en el Reino, estamos sujetos a la vida social, a la vida civil y es precisamente ahí en donde, con nuestro testimonio, podemos construir una sociedad más justa, más humana y más libre. Es mediante nuestras acciones como vamos transformando el orden social, por lo que, el pago de nuestros impuestos, el acudir a las urnas a votar en tiempos de elección, el pertenecer a organizaciones y partidos políticos y de servicio, no sólo es un derecho, sino una verdadera obligación de cada cristiano.
No pertenecemos a este mundo, pero vivimos en él y tenemos la encomienda recibida de Jesús de transformarlo. Seamos responsables en todo lo que concierne a la vida civil, política y social de nuestro país, hagamos de él (cada uno de acuerdo al don que Dios le ha dado) un lugar en donde el amor y la paz sean una verdadera realidad.
LECTURA DEL DÍA
Ezequiel 1, 2-5. 24-28
El día cinco del mes cuarto (era el año quinto de la deportación del rey Joaquín), me fue dirigida la palabra del Señor a mí, Ezequiel, sacerdote, hijo de Buzí, en el país de los caldeos, a orillas del río Kebar, y fui arrebatado en éxtasis.
Vi venir del norte un viento huracanado, una gran nube rodeada de resplandores y relámpagos, y en su centro, algo parecido al brillo del ámbar. En medio aparecían cuatro seres vivientes, que tenían forma humana. Oí el ruido de sus alas cuando se movían: era como el estruendo de un río caudaloso, como el trueno del Altísimo, como la gritería de una multitud o como el estruendo de un ejército en batalla. Cuando se detenían, plegaban sus alas.
Encima de la plataforma había una especie de zafiro en forma de trono y de esta especie de trono sobresalía una figura, que parecía un hombre. Vi luego una luz, como brillo de ámbar, como un fuego que envolvía al hombre, desde la cintura para arriba; desde la cintura para abajo, vi también algo como fuego, que difundía su resplandor, parecido al del arco iris que se ve en las nubes, cuando llueve. Tal era la apariencia visible de la gloria del Señor. Cuando yo la vi, caí rostro en tierra.
EVANGELIO DEL DÍA
Mateo 17, 22-27
En aquel tiempo, se hallaba Jesús con sus discípulos en Galilea y les dijo: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres; lo van a matar, pero al tercer día va a resucitar". Al oír esto, los discípulos se llenaron de tristeza.
Cuando llegaron a Cafarnaúm, se acercaron a Pedro los recaudadores del impuesto para el templo y le dijeron: ¿Acaso tu maestro no paga el impuesto?" El les respondió: "Sí lo paga".
Al entrar Pedro en la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: "¿Qué te parece, Simón? ¿A quiénes les cobran impuestos los reyes de la tierra, a los hijos o a los extraños?" Pedro le respondió: "A los extraños". Entonces Jesús le dijo: "Por tanto, los hijos están exentos. Pero para no darles motivo de escándalo, ve al lago y echa el anzuelo, saca el primer pez que pique, ábrele la boca y encontrarás una moneda. Tómala y paga por mí y por ti".
Oración
Te pido, Señor, tu gracia, para poder descubrir los destellos de tu gloria que nos regalas en la naturaleza o en las demás personas. Que pueda verla en el amanecer o el ocaso, en la sonrisa de un niño, o la mirada apacible de un anciano. Gracias por esos regalos que me recuerdan la maravilla que me espera en la eternidad.
Acción
Hoy seré muy sensible a todas las cosas hermosas de la naturaleza y daré gracias a Dios por ellas.
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