Evangelio Del Día Martes 13 de Septiembre | Compasión y Misericordia | Hoy en Oración

13 de sep. de 2022 · 5m 32s
Evangelio Del Día Martes 13 de Septiembre | Compasión y Misericordia | Hoy en Oración
Descripción

Evangelio Diario LITURGIA - 13 DE SEPTIEMBRE DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde XXIV Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II IV Semana...

mostra más
Evangelio Diario
LITURGIA - 13 DE SEPTIEMBRE DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XXIV Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
IV Semana del Salterio
Primera Lectura 1 Corintios 12, 12-14. 27-31
Salmo 99
Evangelio Lucas 7, 11-17

“A ti te lo digo, levántate”

PALABRAS DEL SANTO PADRE
San Lucas anota el sentimiento de Jesús: «Viendo [a la mujer], el Señor tuvo compasión de ella, y le dijo: “no llores”. Y, acercándose tocó el féretro. Los que lo llevaban se pararon» (vv. 13-14). Gran compasión guía las acciones de Jesús: es Él quien detiene el cortejo tocando el féretro y, movido por la profunda misericordia hacia esta madre, decide afrontar la muerte, por así decir, cara a cara. Y la afrontará definitivamente, cara a cara, en la Cruz. (…) Como al chico muerto, repite a todos: «Joven a ti te digo, ¡levántate!» (v. 14). A cada uno de nosotros dice: «¡levántate!». Dios nos quiere de pie. Nos ha creado para estar de pie: por eso, la compasión de Jesús lleva a ese gesto de la sanación, a sanarnos, cuya palabra clave es: «¡levántate! ¡ponte de pie como te ha creado Dios!». (Audiencia, 10 agosto 2016)

Reflexión del Evangelio de hoy (Hna. Gotzone Mezo Aranzibia O.P.)
Buscad los carismas mejores
Escuchamos hoy unos pocos versículos, entresacados, del muy conocido capítulo 12 de la primera carta de Pablo a los corintios. Pablo tiene una idea muy clara que desea transmitir a los cristianos de Corinto: todos nosotros, seamos quienes seamos, hemos recibido el Espíritu en el bautismo para formar un solo cuerpo en Cristo. Y lo argumenta de manera muy gráfica y fácil de comprender para todos utilizando la imagen del cuerpo humano.

Algunos subrayados que me sugiere hoy la lectura:
Pablo no nos está hablando aquí de nuestra igualdad fundamental como seres humanos, como hace en la carta a los Gálatas. Sino de nuestra unidad en Cristo. Unidad de los diferentes, de los diversos. La diversidad del cuerpo humano le sirve en bandeja la explicación que desea dar. Somos absolutamente diferentes, y absolutamente interdependientes. Y el “cuerpo” sólo es posible por la complementariedad de los diferentes. Lo que cada uno de nosotros no pongamos le falta al cuerpo.

Habla también Pablo de que las funciones que cada uno realiza en el cuerpo de Cristo, que es la Iglesia, han sido dispuestas por Dios. Entiendo que esto significa que todo aquello que hemos recibido, que es don, lo tenemos para ponerlo en juego, para ofrecerlo, para “colaborar” al funcionamiento del cuerpo. Bien es verdad que Pablo nombra algunas de las funciones y deja entrever la existencia de problemas en la comunidad: ¿pretenden la realización de tareas consideradas importantes desde el punto de vista humano? ¿quizá las que se pueden vincular con algún tipo de poder…?

La solución la va a dar él mismo de inmediato, en el capítulo 13 de la carta. Hay un camino mucho mejor. El único seguro. Vivir en el amor. Hoy puede ser un día estupendo para leer con calma 1 Cor 13.

Muchacho, a ti te lo digo, ¡levántate!
Los evangelios contienen algunos relatos en los que Jesús resucita a una persona muerta, o salva de la muerte inminente a un enfermo. Se ha convertido para el pueblo, que viene oyendo hablar maravillas de Él, en el “último recurso” en caso de una situación desesperada.

El relato de resurrección que hoy nos presenta la liturgia no contiene ninguno de los rasgos comunes a otras resurrecciones. Nadie se dirige a Jesús para hacerle una petición de salvación. Jesús caminaba hacia una ciudad, Naín, y contempla algo que no debía ser demasiado extraño: un entierro. Y Jesús observa, Jesús escucha.

El difunto es el hijo único de una viuda. Y en la sociedad del momento eso significaba que su madre quedaba totalmente a la intemperie, sola y sin posibilidades de salir adelante. El hijo era la única posibilidad de vida digna para la madre… Jesús se conmueve. Y la misericordia entrañable se pone en acción. La debilidad, la pobreza, la vulnerabilidad, el desamparo… de la mujer, son una llamada de socorro que Él no puede dejar de atender. Y la fuerza de la vida que reside en Él le devuelve al hijo, y con él la posibilidad de vida.

Más allá de las diferentes interpretaciones que los especialistas en Sagrada Escritura hagan del relato, la llamada poderosa y firme de Jesús al muchacho, puede, sin ninguna duda, tener eco en cada uno de nosotros. Es una llamada a “despertar” y poner en acción todo aquello que en nosotros está apagado, abandonado, inactivo, “muerto”. Para que los otros tengan vida.


LECTURA DEL DÍA
Lectura de la primera carta del apóstol Pablo a los Corintios
1 Cor 12, 12-14. 27-31
Hermanos: Así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos.

Pues bien, ustedes son el cuerpo de Cristo y cada uno es miembro de él. En la Iglesia, Dios ha puesto en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas; en tercer lugar, a los maestros; luego, a los que hacen milagros, a los que tienen el don de curar a los enfermos, a los que ayudan, a los que administran, a los que tienen el don de lenguas y el de interpretarlas. ¿Acaso son todos apóstoles? ¿Son todos profetas? ¿Son todos maestros? ¿Hacen todos milagros? ¿Tienen todos el don de curar? ¿Tienen todos el don de lenguas y todos las interpretan? Aspiren a los dones de Dios más excelentes.


EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 7, 11-17
En aquel tiempo, se dirigía Jesús a una población llamada Naím, acompañado de sus discípulos y de mucha gente. Al llegar a la entrada de la población, se encontró con que sacaban a enterrar a un muerto, hijo único de una viuda, a la que acompañaba una gran muchedumbre.

Cuando el Señor la vio, se compadeció de ella y le dijo: "No llores". Acercándose al ataúd, lo tocó, y los que lo llevaban se detuvieron. Entonces Jesús dijo: "Joven, yo te lo mando: Levántate". Inmediatamente el que había muerto se levantó y comenzó a hablar. Jesús se lo entregó a su madre.

Al ver esto, todos se llenaron de temor y comenzaron a glorificar a Dios, diciendo: "Un gran profeta ha surgido entre nosotros. Dios ha visitado a su pueblo".

La noticia de este hecho se divulgó por toda Judea y por las regiones circunvecinas.


Oración

Señor, dame claridad de pensamiento y el suficiente discernimiento para descubrir cuáles son los dones que me has dado, para servir a mis hermanos y edificar tu Reino en esta tierra. Yo los acepto con todo el corazón y abro mis manos a tu generosidad, para ponerlos en práctica y que quienes me rodean, reciban tus bendiciones a través de mis manos.

Acción

Hoy practicaré, con mucho mayor ahínco, aquello en lo que sé soy especialmente bueno, debido a los dones que Dios ha puesto en mí, en la confianza de que yo los utilizaré para el beneficio común.
mostra menos
Información
Autor Hoy En Oracion
Organización Hoy En Oracion
Página web -
Etiquetas

Parece que no tienes ningún episodio activo

Echa un ojo al catálogo de Spreaker para descubrir nuevos contenidos.

Actual

Portada del podcast

Parece que no tienes ningún episodio en cola

Echa un ojo al catálogo de Spreaker para descubrir nuevos contenidos.

Siguiente

Portada del episodio Portada del episodio

Cuánto silencio hay aquí...

¡Es hora de descubrir nuevos episodios!

Descubre
Tu librería
Busca