Evangelio Del Día Martes 7 de Junio | No Te Alejes de Nosotros| Hoy en Oración
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Descripción
Evangelio Diario LITURGIA - 07 DE JUNIO DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde X Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II II Semana...
mostra másLITURGIA - 07 DE JUNIO DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
X Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
II Semana del Salterio
Primera Lectura 1 Reyes 17, 7-16
Salmo 4
Evangelio Mateo 5, 13-16
“Vosotros sois sal... luz.”
PALABRAS DEL SANTO PADRE
En el Evangelio de este domingo, que está inmediatamente después de las Bienaventuranzas, Jesús dice a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra... Vosotros sois la luz del mundo» (Mt 5, 13.14). Esto nos maravilla un poco si pensamos en quienes tenía Jesús delante cuando decía estas palabras. ¿Quiénes eran esos discípulos? Eran pescadores, gente sencilla... Pero Jesús los mira con los ojos de Dios, y su afirmación se comprende precisamente como consecuencia de las Bienaventuranzas. Él quiere decir: si sois pobres de espíritu, si sois mansos, si sois puros de corazón, si sois misericordiosos... seréis la sal de la tierra y la luz del mundo. El cristiano debería ser una persona luminosa, que lleva luz, que siempre da luz. Una luz que no es suya, sino que es el regalo de Dios, es el regalo de Jesús. (Ángelus, 9 febrero 2014)
Reflexión del Evangelio de hoy (Hna. Ana Belén Verísimo García OP)
La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará...
El libro de los Reyes nos presenta hoy un texto que nos puede inducir a la sorpresa de esa confianza tan grande en un personaje totalmente desconocido. Una confianza que hace posible que la orza de harina no se vacíe ni la alcuza de aceite se agote.
Y de forma indirecta la Palabra nos ofrece la pregunta implícita: ¿Y yo? ¿Soy capaz de creer en las palabras de un desconocido? ¿Cómo anda mi capacidad de arriesgar incluso mi propia vida y la de las personas más allegadas a mí por una promesa que pone como garante a Dios: “hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra”?
Una vez más, la Palabra nos invita a reconocer el paso de Dios en nuestra vida, incluso en lo desconocido y en las promesas más absurdas... vivir en la fe y desde la fe nos permite vivir las mismas circunstancias con un sabor y una luz diferente. Ni mejor ni peor, sencillamente diferente.
Vosotros sois sal... luz...
El Evangelio de hoy nos presenta dos imágenes sugerentes y cotidianas. Jesús afirma a sus discípulos, los de todos los tiempos... los de ayer y los de hoy, que son sal y luz. Una bonita manera de hacer entender lo que significan las “buenas obras”, y cómo el objetivo de éstas no es otra que presentar a Dios y que todos lo podamos alabar.
Sin embargo, el Evangelio de hoy no es tan sencillo y directo. Jesús provoca y nos provoca... ¿Y si la sal no tiene sabor? ¿Y si la luz no está en el lugar adecuado para alumbrar?
Por eso, el Evangelio de hoy nos lanza de forma muy sutil la inquietante pregunta de valorar el sabor de mi vida y si el lugar en el cual estoy responde a las necesidades actuales de presentar a Dios.
Mucho se habla hoy de contextos secularizados o en proceso de secularización, donde parece que Dios ya no encuentra espacio, ya no es necesario. Y sin embargo, nuestro tiempo se caracteriza por una búsqueda profunda de sentido... Por eso, nuestro hoy es el tiempo de la oportunidad... de ofrecer sabor de Evangelio con una vida comprometida y coherente con el proyecto de Dios, de ofrecer la luz que nos habita en la fragilidad de nuestra vasija de barro.
Somos sal y luz, pero ¿Qué sal y qué luz? Si nuestra vida tiene el sabor de las buenas obras y la luz que presenta el Amor de Dios, entonces, sí somos los discípulos del Maestro, somos los amigos de Dios.
Salmo 15 - ¿Quién será amigo de Dios?
Señor, ¿quién estará cerca de ti?
¿Quién podrá ser amigo del Señor del universo?
El que procede con honestidad y cumple tu santa voluntad;
el que dice la verdad de corazón y
no inventa calumnias contra el prójimo.
El que no hace mal a ningún hermano
ni hace sufrir a persona alguna;
el que no se junta con quienes hacen el mal
Y es amigo de los que honran al Señor;
el que cumple con la palabra empeñada,
aunque salga perjudicado;
el que usa sus bienes con generosidad
y no se deja corromper en daño de los más débiles.
El que procede así, será amado por Dios,
Y el Señor lo tendrá por amigo suyo.
Que esa sea mi suerte, Señor:
ser tu amigo y estar siempre junto a ti.
(boosco.org/www/download/50-salmos-y-oraciones-para-jovenes/)
LECTURA DEL DÍA
Lectura del primer libro de los Reyes
1 Reyes 17, 7-16
Al cabo de algún tiempo, el torrente donde el profeta Elías estaba escondido se secó, porque no había llovido en la región. Entonces el Señor le dijo a Elías: “Anda y vete a Sarepta de Sidón y quédate ahí, pues le he ordenado a una viuda de esa ciudad que te dé de comer”.
El profeta Elías se levantó y se puso en camino hacia Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: “Tráeme, por favor, un poco de agua para beber”. Cuando ella se alejaba, el profeta le gritó: “Por favor, tráeme también un poco de pan”. Ella le respondió: “Te juro por el Señor, tu Dios, que no me queda ni un pedazo de pan; tan sólo me queda un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija. Ya ves que estaba recogiendo unos cuantos leños. Voy a preparar un pan para mí y para mi hijo. Nos lo comeremos y luego moriremos”.
Elías le dijo: “No temas. Anda y prepáralo como has dicho; pero primero haz un panecillo para mí y tráemelo. Después lo harás para ti y para tu hijo, porque así dice el Señor de Israel: ‘La tinaja de harina no se vaciará, la vasija de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra’ ”.
Entonces ella se fue, hizo lo que el profeta le había dicho y comieron él, ella y el niño. Y tal como había dicho el Señor por medio de Elías, a partir de ese momento, ni la tinaja de harina se vació, ni la vasija de aceite se agotó.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 5, 13-16
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Ustedes son la sal de la tierra. Si la sal se vuelve insípida, ¿con qué se le devolverá el sabor? Ya no sirve para nada y se tira a la calle para que la pise la gente.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad construida en lo alto de un monte; y cuando se enciende una vela, no se esconde debajo de una olla, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los de la casa.
Que de igual manera brille la luz de ustedes ante los hombres, para que viendo las buenas obras que ustedes hacen, den gloria a su Padre, que está en los cielos’’.
Oración
Señor, dame de tu Espíritu para confiar plenamente en ti, pues aunque siempre digo que confío, muchas veces mis acciones concretas dicen otra cosa. Señor, que tu gracia me haga siempre estar ahí para ti.
Acción
Hoy buscaré un área de mi vida en la que aún no me confío del todo a Dios y en un momento de oración le diré que quisiera que el tomara las riendas de ella y que me diga qué debo hacer y lo haré.
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