Evangelio Del Día Martes 7 de Marzo | No Somos Del Mundo | Hoy en Oración

7 de mar. de 2023 · 6m 46s
Evangelio Del Día Martes 7 de Marzo | No Somos Del Mundo | Hoy en Oración
Descripción

Evangelio Diario LITURGIA - 07 DE MARZO DE 2023 Ciclo A - Año I - Color Morado II Semana del Tiempo de Cuaresma Liturgia de las Horas Tomo II II...

mostra más
Evangelio Diario
LITURGIA - 07 DE MARZO DE 2023
Ciclo A - Año I - Color Morado
II Semana del Tiempo de Cuaresma
Liturgia de las Horas Tomo II
II Semana del Salterio
Primera Lectura Isaías 1, 10. 16-20
Salmo 49
Evangelio Mateo 23, 1-12

“El que se humilla será enaltecido”

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Nosotros discípulos de Jesús no debemos buscar título de honor, de autoridad o de supremacía. Yo os digo que a mí personalmente me duele ver a personas que psicológicamente viven corriendo detrás de la vanidad de las condecoraciones. Nosotros, discípulos de Jesús, no debemos hacer esto, ya que entre nosotros debe haber una actitud sencilla y fraterna. Todos somos hermanos y no debemos de ninguna manera dominar a los otros y mirarlos desde arriba. No. Todos somos hermanos. Si hemos recibido cualidades del Padre celeste, debemos ponerlas al servicio de los hermanos, y no aprovecharnos para nuestra satisfacción e interés personal. No debemos considerarnos superiores a los otros; la modestia es esencial para una existencia que quiere ser conforme a la enseñanza de Jesús, que es manso y humilde de corazón y ha venido no para ser servido sino para servir. (Ángelus, 5 noviembre 2017)


REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY (MM. Dominicas)
Contra la hipocresía
En este II martes de Cuaresma, la primera palabra que Dios nos regala es del profeta Isaías. Es el profeta que más alude a la llegada del Mesías prometido. Estamos ante uno de sus primeros oráculos. En él el profeta se enfrenta con un ritualismo vacío de sentimiento interior.
El corazón del pueblo de Israel, se ha alejado de Yahvé puesto que se ha dejado embaucar por la idolatría. Este pecado es constante y cíclico en Israel, que suele romper su alianza adorando a falsos dioses. Este da origen a otros muchos pecados, pues se endurecen ante sus semejantes. Ante esta situación, Dios se muestra como un Padre misericordioso que quiere el bien de sus hijos. Los corrige mostrándoles la gravedad de sus hechos, siendo justo con las víctimas del pecado, pero está abierto al perdón si hay un arrepentimiento sincero y una conversión del corazón. Ahora bien, deja esta decisión al libre albedrío del ser humano. Este es el misterio más grande del amor de Dios. Ama tanto que nos da el don de la libertad. Es una llamada a la responsabilidad. Su gracia no nos faltará nunca, pero necesita un corazón abierto y dispuesto. Así nos educa hasta conducirnos a una fe adulta, y nos prepara para acoger a su Hijo como el Mesías. No olvidemos que el anuncio profético está en función de la salvación mesiánica al igual que la preparación cuaresmal.
¿En qué situación estamos nosotros?
Tenemos que reconocer que a nosotros nos pasa igual que a Israel. Los ídolos cambian de una persona a otra, puede ser el prestigio, el afecto, un deseo personal que nos obsesiona pero que no es querido por Dios. Eso nos puede alejar de Dios espiritualmente, aunque vivamos nuestra vida sacramental. Esta dureza la suele pagar nuestra familia, amigos y comunidades. Su repercusión está en el alrededor. Hoy el Señor nos llama a esta misma conversión interior no para machacarnos, ni para castigarnos, sino para querernos. Quiere reconstruirnos como personas y como iconos suyos que somos. Nunca se aleja de nosotros, somos nosotros los que nos alejamos de Él. Ese retorno al Señor, lo premia no sólo eliminando la culpa, sino salvándonos de la muerte a la que el pecado nos conduce. Se trata de una misericordia sanadora.
De modo que, ¡ánimo! ¡Dios se muestra como único Señor del universo! Un Dios celoso, enamorado que no desea que ninguno de sus hijos se pierda, pero los primeros interesados en nuestra vida espiritual y en nuestra fe, somos nosotros mismos. El que te creó sin ti, no te salvará sin ti.
¡Tú decides, si quieres Él puede salvarte!

Hipocresía y vacuidad de los escribas y fariseos
En el Evangelio con el que Dios nos sorprende, Jesús nos pone ante dos actitudes. Una; la de los escribas y fariseos, que es la corrupción del corazón; otra, la de los humildes que tienen un corazón según el agrado de Dios.
Lo que el Señor nos muestra son las dos actitudes que el corazón humano puede tener ante Dios. Una es la que vive su relación con Dios desde un aspecto superficial y de apariencia, como los escribas y fariseos. Ahí no hay espacio para que el Señor haga su obra, porque lo utilizan para ser ellos dioses para sí mismos y ante los demás. Por eso, están llenos de soberbia, son egoístas y crueles con el prójimo a quienes exigen perfección, explotan y maltratan. De este modo, se presentan ante Dios, con un corazón de piedra. Otra forma de relacionarse con Dios, es la del sencillo que conoce quién es él y sabe reconocer a Dios de corazón. El humilde ve a Dios cercano en el amor, pero sabe la distancia que los separa, y que todo lo bueno que poseen lo reciben como don y Gracia. Se deja enseñar por el Maestro y sabe bien el lugar que le corresponde. Éste es ensalzado por el Padre, porque vive de su obra, no de su mérito personal.
Esta última es la actitud a la que el Señor nos invita. Estamos en un tiempo de conversión, de prepararnos para recibir a Cristo como Salvador y dejar que nos abra a su Pasión. A su vida, muerte y resurrección, para que con Él nosotros resucitemos a una vida nueva. Para eso tenemos que sincerarnos ante Él. No podemos presentarnos con máscaras. Todos tenemos algún punto en el que necesitamos esa conversión, unos pueden ser indiferentes al dolor ajeno, otros enredados en cosas superficiales que no merecen la pena, y no ven más allá; otros mostrando una bondad que gira en torno sí mismo. Cada uno sabe mejor cómo está.
Te animo a que no tengas miedo a abrirte así ante tu Padre, tu Maestro y a la Gracia del Espíritu Santo porque ante una actitud así, Dios se derrite, mira y valora tu humillación. Así nos trata Dios. Nosotros nos hacemos pequeños y Él nos levanta y trata como a señores.
¿Te lo vas a perder?


LECTURA DEL DÍA
Lectura del libro de Isaías
Is 1, 10. 16-20
Oigan la palabra del Señor, príncipes de Sodoma;
escucha la enseñanza de nuestro Dios, pueblo de Gomorra:
"Lávense y purifíquense;
aparten de mi vista sus malas acciones.
Dejen de hacer el mal, aprendan a hacer el bien,
busquen la justicia, auxilien al oprimido,
defiendan los derechos del huérfano
y la causa de la viuda.

Vengan, pues, y discutamos, dice el Señor.
Aunque sus pecados sean rojos como la sangre,
quedarán blancos como la nieve.
Aunque sean encendidos como la púrpura,
vendrán a ser como blanca lana.
Si son ustedes dóciles y obedecen,
comerán los frutos de la tierra.
Pero si se obstinan en la rebeldía,
la espada los devorará".


EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos:
"En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame 'maestros'.

Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen 'maestros', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen 'padre', porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar 'guías', porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido".


Oración
Espírtu Santo, hoy quiero pedir perdón por mi falta de docilidad a tus inspiraciones, pues estoy seguro de que si yo me dejara guiar, iría realmente adelantado en eso de "aprender a hacer el bien". Limpia mi culpa, Espíritu, y lava a fondo mi maldad, sigue dándome tu luz para vencer al mal a fuerza de hacer el bien.

Acción
Hoy seré más sensible de lo que hay a mi alrededor, sobre todo del que vive oprimido, de la viuda, del huérfano y de las situaciones en donde hace falta que brille la justicia de Dios. Y además de ser sensible, pondré mi mejor empeño en hacer el bien de una manera real y concreta.
mostra menos
Información
Autor Hoy En Oracion
Página web -
Etiquetas

Parece que no tienes ningún episodio activo

Echa un ojo al catálogo de Spreaker para descubrir nuevos contenidos.

Actual

Portada del podcast

Parece que no tienes ningún episodio en cola

Echa un ojo al catálogo de Spreaker para descubrir nuevos contenidos.

Siguiente

Portada del episodio Portada del episodio

Cuánto silencio hay aquí...

¡Es hora de descubrir nuevos episodios!

Descubre
Tu librería
Busca