Evangelio Del Día Miércoles 1 de Junio | Don de la Piedad | Hoy en Oración
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Descripción
Evangelio Diario LITURGIA - 01 DE JUNIO DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Blanco VII Semana del Tiempo de Pascua Liturgia de las Horas Tomo I III...
mostra másLITURGIA - 01 DE JUNIO DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Blanco
VII Semana del Tiempo de Pascua
Liturgia de las Horas Tomo I
III Semana del Salterio
Primera Lectura Hechos 20, 28-38
Salmo 67
Evangelio Juan 17, 11-19
“Padre santo, guárdalos en tu nombre”
PALABRAS DEL SANTO PADRE
El mundo odia a los cristianos por la misma razón por la cual ha odiado a Jesús, porque Él ha traído la luz de Dios y el mundo prefiere las tinieblas para esconder sus obras malvadas. Seguir a Jesús quiere decir seguir su luz, que se encendió en la noche de Belén, y abandonar las tinieblas del mundo. (Ángelus, 26 diciembre 2016)
Reflexión del Evangelio de hoy (Fray Manuel Santos Sánchez O.P)
Predicar a Jesús y su evangelio y nunca a Pablo
Esta primera lectura nos relata la despedida de Pablo de los principales de la iglesia de Éfeso. Nos les augura una situación tranquila. Les habla de los muchos peligros que les van a acechar en orden a desviarles del evangelio de Jesús, que él les ha predicado, el que les conduce a la salvación. Les habla de que algunos se portarán con ellos como lobos feroces que atacarán al rebaño, a los nuevos cristianos. Puede incluso que algunos de los dirigentes de la iglesia deformen la verdadera doctrina que él les predicó para confundirlos.
San Pablo, desde que el Señor salió a su camino y le convenció de que era el Hijo de Dios y que su evangelio era la mejor noticia para vivir la vida humana, ha proclamado en Éfeso y en otros lugares esta buena noticia, alegrando así el corazón de sus oyentes. Y la ha predicado, como recuerda a los efesios, presentando solo a Jesús y su evangelio y nunca a él. Nunca se ha aprovechado de sus oyentes y vivido a costa de ellos, nunca se ha predicado a sí mismo, justamente para no contaminar lo predicado, para que el evangelio les llegase limpio, tal como lo predicó Jesús.
Una buena encomienda de Jesús a su Padre: cuidar de sus seguidores
El amor no tiene medida, los que aman hacen lo posible y lo imposible para demostrar su amor a los que aman. Mucho hizo Jesús durante su estancia en la tierra para demostrarnos su amor, para regalarnos su buena noticia iluminando nuestros ojos y nuestro corazón, indicándonos el camino a seguir. Y nos guardó y nos custodió como “a la niña de sus ojos”, hasta dar su vida por nosotros. .
Ahora, “que voy a ti”, se dirige a su Padre para que también les guarde, nos guarde, en medio del mundo en que les toca y nos toca vivir. No le pide que les retire, nos retire del mundo, sino que les guarde, nos guarde del mal, de todo aquello contrario a lo que él les ha predicado.
Además, sabemos que, a pesar de las palabras de Jesús en el evangelio de hoy, Él también sigue cuidando de nosotros en nuestra tarea evangelizadora. “No os dejaré huérfanos… Estaré siempre con vosotros, todos los días, hasta la consumación de los siglos”. Cada día, en cada eucaristía, sigue con nosotros y nos entrega su persona, su cuerpo, su sangre. Aunque nuestra tarea en el mundo es ardua, tan ardua como la de Jesús, tenemos muy buenos cuidadores.
LECTURA DEL DÍA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles
Hch 20, 28-38
En aquellos días, Pablo dijo a los presbíteros de la comunidad cristiana de Éfeso: “Miren por ustedes mismos y por todo el rebaño, del que los constituyó pastores el Espíritu Santo, para apacentar a la Iglesia que Dios adquirió con la sangre de su Hijo.
Yo sé que después de mi partida, se introducirán entre ustedes lobos rapaces, que no tendrán piedad del rebaño y sé que, de entre ustedes mismos, surgirán hombres que predicarán doctrinas perversas y arrastrarán a los fieles detrás de sí. Por eso estén alerta. Acuérdense que durante tres años, ni de día ni de noche he dejado de aconsejar, con lágrimas en los ojos, a cada uno de ustedes.
Ahora los encomiendo a Dios y a su palabra salvadora, la cual tiene fuerza para que todos los consagrados a Dios crezcan en el espíritu y alcancen la herencia prometida. Yo no he codiciado ni el oro ni la plata ni la ropa de nadie. Bien saben que cuanto he necesitado para mí y para mis compañeros, lo he ganado con mis manos. Siempre he mostrado que hay que trabajar así, para ayudar como se debe a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir’ ”.
Dicho esto, se arrodilló para orar con todos ellos. Todos se pusieron a llorar y abrazaban y besaban a Pablo, afligidos, sobre todo, porque les había dicho que no lo volverían a ver. Y todos lo acompañaron hasta el barco.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Juan
Jn 17, 11-19
En aquel tiempo, Jesús levantó los ojos al cielo y dijo: “Padre santo, cuida en tu nombre a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo cuidaba en tu nombre a los que me diste; yo velaba por ellos y ninguno de ellos se perdió, excepto el que tenía que perderse, para que se cumpliera la Escritura.
Pero ahora voy a ti, y mientras estoy aún en el mundo, digo estas cosas para que mi gozo llegue a su plenitud en ellos. Yo les he entregado tu palabra y el mundo los odia, porque no son del mundo, como yo tampoco soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los libres del mal. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad. Tu palabra es la verdad. Así como tú me enviaste al mundo, así los envío yo también al mundo. Yo me santifico a mí mismo por ellos, para que también ellos sean santificados en la verdad’’.
Oración
Señor, quiero llenarme de la fuerza de tu Palabra, quiero experimentar en mí la fuerza sanadora y restauradora que tiene para cada momento y situación de mi vida, quiero estar siempre impregnado de ella; por eso, te pido la gracia y la inteligencia para poder poner en mi entorno los principios de tu mensaje de amor, de justicia y de paz.
Acción
Hoy buscaré algún principio bíblico para ponerlo en práctica en mi casa, otro en mi trabajo y otro con mis amistades.
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