Evangelio Del Día Miércoles 3 de Abril | Sufrimiento Y Esperanza | 5 Minutos de Oración en el Hogar
Descarga y escucha en cualquier lugar
Descarga tus episodios favoritos y disfrútalos, ¡dondequiera que estés! Regístrate o inicia sesión ahora para acceder a la escucha sin conexión.
Descripción
Por favor comparte con otras personas este podcast en los siguientes links: Link Canal de YouTube bit.ly/hoyenoracionyt Link Spreaker https://www.spreaker.com/show/hoy-en-oracion-cinco-minutos Evangelio Diario LITURGIA – 03 DE ABRIL DE 2024 Primera...
mostra másLink Canal de YouTube bit.ly/hoyenoracionyt
Link Spreaker https://www.spreaker.com/show/...
Evangelio Diario
LITURGIA – 03 DE ABRIL DE 2024
Primera Lectura Hechos 3, 1-10
Salmo 104
Evangelio Lucas 24, 13-35
OFRECIMIENTO (Si la oración se hace en la mañana):
Nos ponemos en tu presencia Dios bondadoso y Padre nuestro. Te agradecemos que nos hayas dejado empezar el presente día pues despertamos una vez más al conocimiento de nuestra propia existencia que tu amor nos concede y sostiene. El saber que existimos es el don más grande de tu bondad. ¿De qué nos serviría existir ante tu presencia si no estuviéramos conscientes de ello? Además, nuestra vida está profundamente unida a la tuya por el gran amor del cual nos has hecho participar. De tu amor no podemos dudar. Es el nuestro hacia ti el que falla con mucha frecuencia. Nos disponemos ante la grandeza de tu majestad a los Cinco Minutos de Oración. Te pedimos que des fuerza a la debilidad de nuestra mente y enciendas el fuego de tu amor en nuestros corazones. Padre Nuestro…
OFRECIMIENTO (Si la oración se hace en la tarde):
Estamos reunidos Señor para reconocer tu amor que nos sostiene en el don de la vida y para reconocer tu bondad que nos colma de beneficios. En las horas que ya pasaron disfrutamos tuvimos la oportunidad de hacer sentir tu amor y tu bondad a través de nuestra propia bondad, en todos aquellos que nos rodean, familiares y amigos y en nuestro mundo tan necesitado de ti y de tu amor. Este día fue un paso más hacia tu eternidad a la que nos llamaste desde el principio de nuestra existencia. Si lo aprovechamos, hemos guardado un tesoro. Si lo desperdiciamos, tenemos que redoblar nuestro amor en tu servicio. Que durante estos Cinco Minutos de Oración podamos olvidarnos de los intereses humanos, para estar atentos a tu amor y a tu palabra. Guía nuestros corazones por el camino de tu voluntad. Padre Nuestro…
PALABRAS DEL PAPA FRANCISCO
Todos nosotros, en nuestra vida, hemos tenido momentos difíciles, oscuros; momentos en los cuales caminábamos tristes, pensativos, sin horizonte, solamente un muro delante. Y Jesús siempre está junto a nosotros para darnos la esperanza, para calentarnos el corazón y decir: “Ve adelante, yo estoy contigo. Ve adelante”. El secreto del camino que lleva a Emaús está todo aquí: también a través de las apariencias contrarias, nosotros continuamos siendo amados, y Dios no dejará nunca de querernos. Dios caminará con nosotros siempre, siempre, también en los momentos más doloroso, también en los momentos más feos, también en los momentos de la derrota: allí está el Señor. Y esta es nuestra esperanza. (Audiencia General, 24 de mayo de 2017)
LECTURA DEL DÍA
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles
Hch 3, 1-10
En aquel tiempo, Pedro y Juan subieron al templo para la oración vespertina, a eso de las tres de la tarde. Había allí un hombre lisiado de nacimiento, a quien diariamente llevaban y ponían ante la puerta llamada la “Hermosa”, para que pidiera limosna a los que entraban en el templo.
Aquel hombre, al ver a Pedro y a Juan cuando iban a entrar, les pidió limosna. Pedro y Juan fijaron en él los ojos, y Pedro le dijo: “Míranos”. El hombre se quedó mirándolos en espera de que le dieran algo. Entonces Pedro le dijo: “No tengo ni oro ni plata, pero te voy a dar lo que tengo: En el nombre de Jesucristo nazareno, levántate y camina”. Y, tomándolo de la mano, lo incorporó.
Al instante sus pies y sus tobillos adquirieron firmeza. De un salto se puso de pie, empezó a andar y entró con ellos al templo caminando, saltando y alabando a Dios.
Todo el pueblo lo vio caminar y alabar a Dios, y al darse cuenta de que era el mismo que pedía limosna sentado junto a la puerta “Hermosa” del templo, quedaron llenos de miedo y no salían de su asombro por lo que había sucedido.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Lucas
Lc 24, 13-35
El mismo día de la resurrección, iban dos de los discípulos hacia un pueblo llamado Emaús, situado a unos once kilómetros de Jerusalén, y comentaban todo lo que había sucedido.
Mientras conversaban y discutían, Jesús se les acercó y comenzó a caminar con ellos; pero los ojos de los dos discípulos estaban velados y no lo reconocieron. Él les preguntó: “¿De qué cosas vienen hablando, tan llenos de tristeza?”
Uno de ellos, llamado Cleofás, le respondió: “¿Eres tú el único forastero que no sabe lo que ha sucedido estos días en Jerusalén?” Él les preguntó: “¿Qué cosa?” Ellos le respondieron: “Lo de Jesús el nazareno, que era un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo. Cómo los sumos sacerdotes y nuestros jefes lo entregaron para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él sería el libertador de Israel, y sin embargo, han pasado ya tres días desde que estas cosas sucedieron. Es cierto que algunas mujeres de nuestro grupo nos han desconcertado, pues fueron de madrugada al sepulcro, no encontraron el cuerpo y llegaron contando que se les habían aparecido unos ángeles, que les dijeron que estaba vivo. Algunos de nuestros compañeros fueron al sepulcro y hallaron todo como habían dicho las mujeres, pero a él no lo vieron”.
Entonces Jesús les dijo: “¡Qué insensatos son ustedes y qué duros de corazón para creer todo lo anunciado por los profetas! ¿Acaso no era necesario que el Mesías padeciera todo esto y así entrara en su gloria?” Y comenzando por Moisés y siguiendo con todos los profetas, les explicó todos los pasajes de la Escritura que se referían a él.
Ya cerca del pueblo a donde se dirigían, él hizo como que iba más lejos; pero ellos le insistieron, diciendo: “Quédate con nosotros, porque ya es tarde y pronto va a oscurecer”. Y entró para quedarse con ellos. Cuando estaban a la mesa, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él se les desapareció. Y ellos se decían el uno al otro: “¡Con razón nuestro corazón ardía, mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras!”
Se levantaron inmediatamente y regresaron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, los cuales les dijeron: “De veras ha resucitado el Señor y se le ha aparecido a Simón”. Entonces ellos contaron lo que les había pasado en el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
ORACIÓN FINAL COMUNITARIA
Del 1 al 8 de Abril de 2024.
Hermanos en la celebración del “Triduo Pascual” de nuestro Señor y Maestro hemos recibido una propuesta muy exigente. Conociendo nuestra debilidad, dirijámonos al Padre con nuestra oración común:
EN TUS MANOS, SEÑOR, ENCOMIENDO MI ESPÍRITU.
Señor, que al compartir el pan eucarístico sepamos también compartir el pan cotidiano, poniendo a disposición de los demás, lo que somos y tenemos.
EN TUS MANOS, SEÑOR, ENCOMIENDO MI ESPÍRITU.
Señor, que tu anuncio de Resurrección llegue a quienes más sufren, para que puedan comprender el sentido escondido de su dolor y la aportación insustituible que dan para la santificación del mundo, ofreciendo por ellos sus dolores.
EN TUS MANOS, SEÑOR, ENCOMIENDO MI ESPÍRITU.
Señor, te pedimos por quienes no se acuerdan de celebrar la Pascua, en estos días santos; por quienes han perdido la fe o buscan una razón para creer, para que logren encontrarse con Cristo que redime toda vida humana.
EN TUS MANOS, SEÑOR, ENCOMIENDO MI ESPÍRITU.
Señor, ponemos en tus manos a nuestros difuntos, para que participen ya desde ahora de la victoria de Cristo sobre la cruz.
EN TUS MANOS, SEÑOR, ENCOMIENDO MI ESPÍRITU.
Señor, en estos días en que celebramos la Resurrección de tu Hijo, confirma nuestra fe y nuestra esperanza, para que no nos dejemos vencer por el desánimo y los temores, sino que, unidos con Cristo, colaboremos a construir el mundo nuevo que tú quieres.
EN TUS MANOS, SEÑOR, ENCOMIENDO MI ESPÍRITU.
Se pueden agregar otras peticiones.
OREMOS: Señor, resucitando a Jesús de la muerte, has confundido el pensamiento del hombre, has marcado el nuevo curso de la historia y has pronunciado la palabra de una nueva creación; haz que sepamos contemplar siempre este misterio, para saber discernir los acontecimientos, anunciar la esperanza y vivir en tu paz. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. AMEN.
Información
Autor | Hoy En Oracion |
Organización | Hoy En Oracion |
Página web | - |
Etiquetas |
Copyright 2024 - Spreaker Inc. an iHeartMedia Company