Evangelio Del Día Sábado 20 de Agosto | Vale más un Gramo de Ejemplo | Hoy en Oración
Descarga y escucha en cualquier lugar
Descarga tus episodios favoritos y disfrútalos, ¡dondequiera que estés! Regístrate o inicia sesión ahora para acceder a la escucha sin conexión.
Descripción
Evangelio Diario LITURGIA - 20 DE AGOSTO DE 2022 Ciclo C - Año II - Color Verde XX Semana del Tiempo Ordinario Liturgia de las Horas Tomo II IV Semana...
mostra másLITURGIA - 20 DE AGOSTO DE 2022
Ciclo C - Año II - Color Verde
XX Semana del Tiempo Ordinario
Liturgia de las Horas Tomo II
IV Semana del Salterio
Primera Lectura Ezequiel 43, 1-7
Salmo 84
Evangelio Mateo 23, 1-12
“Uno solo es vuestro Padre, el del cielo”
PALABRAS DEL SANTO PADRE
Hermanos y hermanas, un defecto frecuente en los que tienen una autoridad, tanto autoridad civil como eclesiástica, es el de exigir de los otros cosas, también justas, pero que ellos no ponen en práctica en primera persona. Tienen una doble vida. Dice Jesús: «Atan cargas pesadas y las echan a las espaldas de la gente, pero ellos ni con el dedo quieren moverlas» (v. 4). Esta actitud es un mal ejercicio de la autoridad, que sin embargo debería tener su primera fuerza precisamente en el buen ejemplo. La autoridad nace del buen ejemplo, para ayudar a los otros a practicar lo que es justo y necesario, sosteniéndoles en las pruebas que se encuentran en el camino del bien. La autoridad es una ayuda, pero si está mal ejercida, se convierte en opresiva, no deja crecer a las personas y crea un clima de desconfianza y de hostilidad, y lleva también a la corrupción. Nosotros, discípulos de Jesús, no debemos hacer esto, ya que entre nosotros debe haber una actitud sencilla y fraterna. Todos somos hermanos y no debemos de ninguna manera dominar a los otros y mirarlos desde arriba. No. Todos somos hermanos. (Ángelus, 5 noviembre 2017)
Reflexión del Evangelio de hoy (Fr. Carlos Oloriz Larragueta O.P.)
Dios siempre está
Ezequiel y el pueblo de Israel estaban en cautividad. Dios llama al profeta y le hizo tener esta visión. Salía un pequeño arroyo de debajo de la casa de Dios. A la medida que se extendía el río se ponía más ancho y profundo. Por cuatro veces el Señor le pide al profeta que pasase por las aguas. En la cuarta vez ya no tenía equilibrio, tuvo que nadar.
Los caminos de Dios son más altos que los nuestros Nunca entenderemos la forma como Dios trabaja. No sabemos si Dios nos está dando esperanza o está aumentando aún más nuestra crisis. La gente estaba en cautiverio, de repente Dios les presenta una visión de prosperidad. Podemos sacar dos conclusiones; ¡Hay un camino de prosperidad y Dios me librará de esta situación! O quizás quejarse; ¿Por qué Dios permitió que yo estuviese en esta situación?
El nuevo templo parece que es el símbolo de un pueblo que desea comenzar una nueva relación con Dios partiendo de una sincera conversión. Los corazones de piedra se han convertido en corazones de carne y Dios ya puede poner su trono en medio de su convertido pueblo, Cuando el profeta dice que la Gloria del Señor vendrá de oriente, parece que está evocando al evangelio cuando afirma que Jesús viene de Betania, del huerto de los Olivos para entrar en el templo por la puerta oriental. ¡No entendían lo que decían los profetas del Mesías!
Tú, sé coherente
Los fariseos eran buenas personas, deseosas de cumplir la Ley, pero en su conducta mantenían unas actitudes que Jesús desenmascara repetidamente. Hoy escuchan un ataque muy serio de Jesús sobre su conducta: “Haced lo que os digan, pero no hagáis lo que ellos hacen, porque ellos no hacen lo que dicen”.
Él quiere que aquellos de entre nosotros que tengan alguna clase de autoridad no se hagan llamar “maestros”, padres, jefes”: que entiendan esa autoridad como servicio (“el que se ensalce será humillado”). El mejor ejemplo nos los dio el mismo Jesús cuando, en la cena de despedida, se despojó de su manto, se ciñó l toalla y empezó a lavar los pies a sus discípulos: “si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros”.
Todos vamos embarcados en la misma nave y debemos ayudarnos unos a otros para llegar, felizmente, a la casa del Padre. La autoridad no puede ser un medio para buscar el propio interés, sino un instrumento para servir a los hermanos. La comunidad cristiana no se funda en títulos y en honores, sino en la fraternidad, que nace del hecho de tener un Padre común y seguir a Jesús.
LECTURA DEL DÍA
Lectura de la profecía de Ezequiel
Ez 43, 1-7
En aquellos días, un ángel me llevó a la puerta del templo, que da hacia el oriente, y vi que la gloria del Señor venía del oriente. Se oía un ruido como el estruendo de un río caudaloso y la tierra resplandecía con el fulgor de la gloria de Dios. Esta visión me recordó la que tuve cuando el Señor vino a destruir la ciudad y la que había tenido junto al río Kebar. Y caí rostro en tierra.
La gloria del Señor penetró en el templo por la puerta que da al oriente. El espíritu me levantó y me llevó al atrio interior y vi que la gloria del Señor llenaba el templo. Entonces oí que alguien me hablaba desde el templo, y el hombre que estaba junto a mí me dijo: “Hijo de hombre, éste es el lugar de mi trono, el lugar donde pongo las plantas de mis pies. Aquí habitaré para siempre con los hijos de Israel”.
EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 23, 1-12
En aquel tiempo, Jesús dijo a las multitudes y a sus discípulos: “En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Hagan, pues, todo lo que les digan, pero no imiten sus obras, porque dicen una cosa y hacen otra. Hacen fardos muy pesados y difíciles de llevar y los echan sobre las espaldas de los hombres, pero ellos ni con el dedo los quieren mover. Todo lo hacen para que los vea la gente. Ensanchan las filacterias y las franjas del manto; les agrada ocupar los primeros lugares en los banquetes y los asientos de honor en las sinagogas; les gusta que los saluden en las plazas y que la gente los llame “maestros”.
Ustedes, en cambio, no dejen que los llamen “maestros”, porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos. A ningún hombre sobre la tierra lo llamen “padre”, porque el Padre de ustedes es sólo el Padre celestial. No se dejen llamar “guías”, porque el guía de ustedes es solamente Cristo. Que el mayor de entre ustedes sea su servidor, porque el que se enaltece será humillado y el que se humilla será enaltecido”.
Información
Autor | Hoy En Oracion |
Organización | Hoy En Oracion |
Página web | - |
Etiquetas |
Copyright 2024 - Spreaker Inc. an iHeartMedia Company