Evangelio Del Día Sábado 4 de Mazo | Mi Pecado Me Deja Sordo A Tu Voz | Hoy en Oración

4 de mar. de 2023 · 7m
Evangelio Del Día Sábado 4 de Mazo | Mi Pecado Me Deja Sordo A Tu Voz | Hoy en Oración
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Evangelio Diario LITURGIA - 04 DE MARZO DE 2023 Ciclo A - Año I - Color Morado I Semana del Tiempo de Cuaresma Liturgia de las Horas Tomo II I...

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Evangelio Diario
LITURGIA - 04 DE MARZO DE 2023
Ciclo A - Año I - Color Morado
I Semana del Tiempo de Cuaresma
Liturgia de las Horas Tomo II
I Semana del Salterio
Primera Lectura Deuteronomio 26, 16-19
Salmo 118
Evangelio Mateo 5, 43-48

“Sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto”

PALABRAS DEL SANTO PADRE
Amad a vuestros enemigos. Hoy nos haría bien (…) repetirnos a nosotros mismos estas palabras y aplicarlas a las personas que nos tratan mal, que nos molestan, que nos cuesta aceptar, que nos quitan la serenidad. Amad a vuestros enemigos. (…) No te preocupes de la maldad de los demás, o del que piensa mal de ti. En cambio, comienza a transformar tu corazón por amor a Jesús. Porque quien ama a Dios no tiene enemigos en el corazón. El culto a Dios es lo opuesto a la cultura del odio. Y la cultura del odio se combate enfrentando el culto a la lamentación. ¡Cuántas veces nos quejamos por lo que no recibimos, por lo que está mal! Jesús sabe que muchas cosas están mal, que siempre habrá alguien que no nos quiera, e incluso alguien que nos perseguirá. Pero nos pide sólo que recemos y amemos. Esta es la revolución de Jesús, la más grande de la historia: la que pasa del odio al amor por el enemigo, del culto a la lamentación a la cultura del don. ¡Si pertenecemos a Jesús, este es el camino! No hay otro. (Homilía, Bari, 23 febrero 2020)


REFLEXIÓN DEL EVANGELIO DE HOY (Fray Emilio García Álvarez O.P.)
El compromiso de la alianza con Dios
Esta primera semana de Cuaresma nos ofrece textos bíblicos que nos presentan actitudes propias de este tiempo: invitación a la santidad, escucha de la Palabra de Dios, conversión, oración. Hoy nos recuerda el compromiso del pueblo ante Dios, las implicaciones fundamentales de la alianza. Es un pacto recíproco y está presidido por la lealtad y el respeto. Tiene un carácter dialogal y personal: Israel es un interlocutor libre y responsable, ante un Dios que es fiel y se compromete a ser el Dios de ese pueblo; son el uno para el otro.

Para Israel eso supone que tendrá que seguir los caminos del Señor, guardar sus leyes y escuchar su voz (en resumen: obedecer y cumplir sus mandamientos). Por su parte, Dios acepta hacer de Israel su posesión, colocarlo por encima de las demás naciones y convertirlo en un pueblo santo. Naturalmente, la reciprocidad no equivale a igualdad: es Dios quien ha tomado la iniciativa y lo ha hecho autónomamente y desplegando su poder inefable a favor del pueblo, sin que éste lo haya merecido en modo alguno.

Esa alianza, que sigue su curso a lo largo de la historia de la salvación, también tiene para nosotros, hoy, unas exigencias insoslayables. En primer lugar, nos invita a valorar el proyecto de Dios, que, por amor, ha querido crearnos y destinarnos a mantener con él una relación de amistad que culminará en nuestra felicidad imperecedera; y eso sin ningún mérito nuestro. A renglón seguido, nos pide que vivamos con lealtad nuestro compromiso con él, escuchando su palabra y cumpliendo fiel y asiduamente su voluntad. ¿Somos conscientes de lo que significa esta alianza de amor y obramos en consecuencia?

Exigencias del mensaje de Jesús
Este fragmento del Evangelio está tomado del sermón del monte, en el que Jesús ha ido concretando las exigencias que lleva consigo el reino que predica. Aquí culmina, en cierto modo, la nueva espiritualidad: amar también a los enemigos. Es una de las enseñanzas más novedosas del Evangelio: el amor cristiano no se reserva al círculo más cercano, sino que es un amor sin fronteras. Un amor que se expresa haciendo el bien a quienes nos perjudican o no nos aprecian y orando también por ellos.

Un comportamiento así está motivado por el mismo obrar de Dios, cuyo amor alcanza a todos sin distinción. La providencia divina vela por todas sus criaturas, especialmente por todos los seres humanos, de los que él ha hecho sus hijos. Un ejemplo tangible: el sol y la lluvia, tan necesarios para fecundar la tierra y asegurar la vida humana, están al servicio del bien de todos, buenos y malos, que se benefician sin distinción de esa riqueza natural. Jesús nos exhorta a obrar también así: “sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto”.

Nosotros hemos de vivir con la mirada puesta en Dios, manifestando la perfección de Dios que consiste en su amor incondicional. Cuando amamos de esa manera estamos dando testimonio de que es el Espíritu de Dios el que actúa en nosotros, sin cuya presencia nos sería imposible.

¿Cómo nos comportamos nosotros en la relación con aquellos que no nos quieren o que incluso nos tratan o nos miran mal? ¿Acudimos al Espíritu Santo para que nos ayude, o nos creemos incapaces de un amor así y nos desentendemos de procurarlo?


LECTURA DEL DÍA
Lectura del libro del Deuteronomio
Dt 26, 16-19
En aquel tiempo, habló Moisés al pueblo y le dijo: "El Señor, tu Dios, te manda hoy que cumplas estas leyes y decretos; guárdalos, por lo tanto, y ponlos en práctica con todo tu corazón y con toda tu alma.

Hoy has oído al Señor declarar que él será tu Dios, pero sólo si tú caminas por sus sendas, guardas sus leyes, mandatos y decretos, y escuchas su voz.

Hoy el Señor te ha oído declarar que tú serás el pueblo de su propiedad, como él te lo ha prometido, pero sólo si guardas sus mandamientos. Por eso él te elevará en gloria, renombre y esplendor, por encima de todas las naciones que ha hecho y tú serás un pueblo consagrado al Señor, tu Dios, como él te lo ha prometido".


EVANGELIO DEL DÍA
Lectura del santo evangelio según san Mateo
Mt 5, 43-48
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Han oído que se dijo: Ama a tu prójimo y odia a tu enemigo. Yo, en cambio, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian y rueguen por los que los persiguen y calumnian, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre los buenos y los malos, y manda su lluvia sobre los justos y los injustos.

Porque, si ustedes aman a los que los aman, ¿qué recompensa merecen? ¿No hacen eso mismo los publicanos? Y si saludan tan sólo a sus hermanos, ¿qué hacen de extraordinario? ¿No hacen eso mismo los paganos? Sean, pues, perfectos como su Padre celestial es perfecto".
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