Este octavo mes del actual calendario, simbólicamente, está correspondido con los rigores del clima, lo que nos habla de un período perfecto para asumir lo que nos corresponde con el alma. Como avanzamos bajo el signo de Leo, quiere decir que existe un magnífico escenario para tomar las riendas de lo fundamental, declinar la deuda al que moría de incertidumbre, y llenarnos de buenos argumentos sobre lo que en verdad vale la pena. No se puede desestimar que el planeta Mercurio entra en retrógradación, convirtiéndose en un referente estelar de situaciones ambiguas y de acontecimientos indefinidos que no dan certeza del camino a transitar. Las múltiples variables energéticas propias de este mes son descritas cuidadosamente en el horóscopo mensual que hemos realizado con el fin de poder adelantarnos en el tiempo y conocer las incidencias globales y colectivas, pero también las situaciones puntuales a las que cada uno de nosotros se halla expuesto según el signo natal.See
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