En el contexto de la creciente tensión y conflictos a nivel global, la presidenta del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha hecho un llamamiento urgente para ampliar el espacio humanitario en Sudán. En medio de un conflicto, todas las partes involucradas tienen la responsabilidad, según el derecho internacional humanitario, de crear y mantener un espacio donde las agencias de ayuda puedan trabajar de manera segura para asistir a los afectados. Este derecho busca proteger a los individuos en tiempos de guerra y asegurar que la asistencia humanitaria pueda llegar a quienes más lo necesitan sin impedimentos.

En otra parte del mundo, específicamente en España, la situación también refleja tensiones relacionadas con el derecho internacional. El gobierno español ha denegado la autorización para que dos buques, que transportaban armamento destinado a Israel, hicieran escala en Algeciras. Estos buques son propiedad de la compañía naviera danesa Maersk y ondean la bandera de Estados Unidos. Este acto se fundamenta en el "derecho de gentes", un principio contenido en el Código Penal español que regula las prácticas aceptables en la interacción internacional, especialmente en lo que se refiere a la conducción de guerras y la neutralidad en conflictos bélicos.

Ambos ejemplos subrayan la complejidad de las relaciones internacionales y la importancia del derecho internacional en la regulación de los conflictos y el apoyo humanitario. Respetar estos principios no solo ayuda a prevenir mayores injusticias durante los conflictos, sino que también facilita las operaciones de ayuda y protección a las poblaciones civiles afectadas. Así, en un mundo cada vez más globalizado y conectado, el cumplimiento del derecho internacional se presenta como un pilar fundamental para la convivencia pacífica entre naciones y para la protección de los derechos humanos en escenarios de conflicto.