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LA LEYENDA DE DON BARTOLO
9 de nov. de 2023 ·
16m 31s
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LA LEYENDA DE DON BARTOLO
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Descripción
Cuenta la leyenda que, a mediados del siglo 17, vivía en las céntricas calles queretanas, un individuo sumamente rico. Todos le conocían como el segoviano pero su nombre verdadero era...
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Cuenta la leyenda que, a mediados del siglo 17, vivía en las céntricas calles queretanas, un individuo sumamente rico. Todos le conocían como el segoviano pero su nombre verdadero era Bartolo Sardaneta. El caballero en cuestión era soltero y no se le conoció ninguna otra compañía que no fuera la de su hermana hacia la que profesaba una profunda devoción que rayaba en lo patológico. Bartolo era un temible usurero que no dudaba en despellejar a todo aquel incauto que se atrevía a pedirle una suma de dinero y es por ello que se hizo no sólo de una cuantiosa fortuna sino también de bienes, terrenos y propiedades. La iglesia se hacía de la vista gorda ante las fechorías de aquel español, bien fuera porque éste nunca faltaba a misa o bien porque les daba jugosas limosnas y les invitaba a comer a su lujosa mansión , con bastante frecuencia. El día de su cumpleaños acostumbraba a hacer una comilona a la que invitaba a buena parte de la sociedad queretana. Refiere la tradición que cada año, a la hora del brindis, el rico español decía siempre lo siguiente: Brindo por la señora, mi hermana, por mi ánima y por el 20 de mayo de 1701. Fecha demasiado lejana pero que, al parecer, para él tenía algún significado.
Así pasaron los años y como no hay deuda que no se pague ni fecha que no se cumpla, llegó al fin la fecha tan cacareada por el segoviano y he aquí lo que aconteció. Era la madrugada del 20 de mayo de 1701, al terminar de sonar la hora sacramental de media noche, se escuchó en la ciudad una fuerte detonación que iba acompañada de un rojo fulgor momentáneo y después…un profundo silencio. Los vecinos despertaron despavoridos , asomándose a las puertas y ventanas, sin encontrar el origen de aquel formidable estruendo. Al día siguiente, y siendo ya bastante tarde, los vecinos de la casa de Don Bartolo, notaron con extrañeza que nadie salía de ella por lo que no faltó quien diese parte a la policía, la que enseguida acudió llevando consigo al escribano real de su majestad. Al descerrajar la puerta de la alcoba principal , se les presentó un horrendo cuadro capaz de ponerle el vello de punta a cualquiera. En el suelo de aquella lujosa habitación se hallaba el cadáver de la hermana, quien había sido estrangulada por el propio Bartolo y pegado al techo, se encontraba éste último , completamente carbonizado y con un gesto horroroso. Inmediatamente se llamó a un sacerdote , de apellido Marmolejo, quien declaró que aquel hombre estaba poseído por lo que tuvo que exorcizarlo. Se dice que , cuando lograron bajarlo del techo, encontraron entre sus ropas un papel negro en letras blancas, que no era otra cosa que el contrato que había celebrado con el mismísimo satanás, mediante el cual, a cambio de riquezas y de los favores de su hermana, le entregaría su alma a los 50 años de haber firmado el infame pacto. Este tenebroso hecho, alejó de aquella calle a la gente de bien y, por espacio de un siglo, esa calle fue habitada por gente entregada a los más oscuros vicios y placeres.
Ustedes pensarán que, el relato que acabo de compartirles es sólo una leyenda como cualquier otra. Cuentos que la gente antigua se inventaba para asustar a los niños o para ejemplificar alguna que otra enseñanza. Y sí, esa era la función de las leyendas, pero lo cierto es que esta clase de relatos no son sólo el producto de la imaginería de un pueblo. Detrás de estas historias se esconden hechos verídicos que son totalmente rastreables y a veces, los hechos originales son aún más impresionantes que las propias leyendas. ¿Ocurrió realmente la historia del segoviano? Quédense conmigo que ya les cuento
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Así pasaron los años y como no hay deuda que no se pague ni fecha que no se cumpla, llegó al fin la fecha tan cacareada por el segoviano y he aquí lo que aconteció. Era la madrugada del 20 de mayo de 1701, al terminar de sonar la hora sacramental de media noche, se escuchó en la ciudad una fuerte detonación que iba acompañada de un rojo fulgor momentáneo y después…un profundo silencio. Los vecinos despertaron despavoridos , asomándose a las puertas y ventanas, sin encontrar el origen de aquel formidable estruendo. Al día siguiente, y siendo ya bastante tarde, los vecinos de la casa de Don Bartolo, notaron con extrañeza que nadie salía de ella por lo que no faltó quien diese parte a la policía, la que enseguida acudió llevando consigo al escribano real de su majestad. Al descerrajar la puerta de la alcoba principal , se les presentó un horrendo cuadro capaz de ponerle el vello de punta a cualquiera. En el suelo de aquella lujosa habitación se hallaba el cadáver de la hermana, quien había sido estrangulada por el propio Bartolo y pegado al techo, se encontraba éste último , completamente carbonizado y con un gesto horroroso. Inmediatamente se llamó a un sacerdote , de apellido Marmolejo, quien declaró que aquel hombre estaba poseído por lo que tuvo que exorcizarlo. Se dice que , cuando lograron bajarlo del techo, encontraron entre sus ropas un papel negro en letras blancas, que no era otra cosa que el contrato que había celebrado con el mismísimo satanás, mediante el cual, a cambio de riquezas y de los favores de su hermana, le entregaría su alma a los 50 años de haber firmado el infame pacto. Este tenebroso hecho, alejó de aquella calle a la gente de bien y, por espacio de un siglo, esa calle fue habitada por gente entregada a los más oscuros vicios y placeres.
Ustedes pensarán que, el relato que acabo de compartirles es sólo una leyenda como cualquier otra. Cuentos que la gente antigua se inventaba para asustar a los niños o para ejemplificar alguna que otra enseñanza. Y sí, esa era la función de las leyendas, pero lo cierto es que esta clase de relatos no son sólo el producto de la imaginería de un pueblo. Detrás de estas historias se esconden hechos verídicos que son totalmente rastreables y a veces, los hechos originales son aún más impresionantes que las propias leyendas. ¿Ocurrió realmente la historia del segoviano? Quédense conmigo que ya les cuento
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