En el programa Chayo Contigo la Dra. Rosario Busquets platicó de:

- Mi hijo es un chico de 20 años, hace poco se fue a vivir a casa de mis papás y llegamos a un acuerdo acerca de sus responsabilidades y obligaciones en su casa, salidas, llegadas, etc. Yo así lo hacía en mi casa con él y hasta hace poco había funcionado todo bien. A partir de su llegada a casa de mis padres parecía que todo iba bien pero no, se me han estado ocultando cosas que hace como no hacer nada de lo que quedamos e incluso por mi hija me enteré hace unos días que embarazó a una chica del trabajo que es más grande que él. La conoció hace unos pocos meses y al parecer es casada, según investigó mi hija en el Facebook. Me preocupa porque mi hijo no me dice nada, intenté acercarme para ver si me dice ya que no quiero meter en problemas a mi hija con él y no quiero que se aleje más, sino todo lo contrario, que me confíe sus problemas. Al parecer la chica se droga y a mi hijo le han encontrado tachas. Me preocupa que se quiere llevar a la muchacha a casa de mis padres, lo cual no estoy de acuerdo ni me gustaría ya que son muy permisivos. No sé cómo hacer para que mi hijo confiese lo que trae. Temo por su futuro y el bienestar de mis padres. ¿Qué me aconsejas por favor?

- El 31 de diciembre nos enteramos que había abusado sexualmente de su suegra que tiene 90 años y con demencia senil muy avanzada. La esposa de mi papá decidió no denunciar por miedo a que a ella le finquen cargos. Yo había perdonado a mi papá por la vida que nos dio, pero ahora me siento defraudada y la verdad noo quiero ayudarlo, no quiero hacer nada por el. Hace años lo ayudé para que obtuviera su pensión a pesar de todo, ahora se me hace aberrante lo que hizo. Él tiene una actitud muy soberbia, pareciera que no entiende la dimensión de lo que hizo. Somos cinco hermanos y yo soy la única que no quiero ayudarlo ni saber nada de él. Mis hermanos no me entienden y dicen que finalmente es nuestro padre. Ayúdame por favor, no sé si estoy bien o soy una mala hija. Mi padre tiene 82 años, no sé qué hacer.

- Tengo tres hijos, una chica de 22, un chico de 17 y otro de 12. La mayor estudia, el mediano trabaja, no quiso seguir estudiando, y el más chico está en sexto de primaria pero es un chico un tanto raro, no le entendemos del todo, tiene miedo de ser adolescente. Quiere que los Reyes Magos le traigan muchas cosas de niños muy pequeñitos. Él me dice que no quiere ser grande, que quiere seguir siendo un niño, incluso con mucha frecuencia se hace pipí en la cama, a veces he optado por ponerle un pañal. Mi esposo y yo discutimos porque no sabemos si ya decirle las cosas propias de la navidad como un niño de la edad que tiene, no sabemos si ya lo sabe pero no lo dice. ¿Cómo explicamos?, ¿tenemos que buscar ayuda psicológica?

- Tengo 27 años y estoy terminando mi último semestre de la carrera. Cuando tenía 6 años entré a la primaria, y tengo un primo de esa misma edad, de la mía, a veces yo solo quería jugar con él y solo me empujaba. Cuando llegamos a tercero de primaria mi primo me pegaba, yo tenía que correr y algunas veces decidir si ir al baño o aguanterma para que no me pegara. Una ocasión ya no me aguanté y me golpeó tanto que dos primos mayores les pedí que fueran por mi mamá. Los maestros sin hacer nada y sin separarnos. Yo ese día sentía que me moría, la verdad tardaron en regresarme a la consciencia. Con el paso del tiempo en educación física me aventaba los balones a la cara o mostraba su agresión de muchas maneras y me pegaba mucho. Mi papás hablaron con mis tíos y ellos dijeron que así jugaba su hijo y que no pasaba nada. Pasó el tiempo y las cosas se tranquilizaron. Cuando iba en sexto año mis abuelos que son maestros me ayudaron a estudiar para el examen a la secundaria. Un día estando en casa de mis abuelos me hizo que le chupara su parte íntima. A los 21 años dije lo que me había pasado y lo que me obligó a hacer; desde ese tiempo to sabía que no volvería a ver a la familia de mi papá. Mis papás discuten desde que les dije esto, pues ni yo ni mi mamá queremos ir a casa de la familia de mi papá. No me gusta que esta situación afecte a mi hermana o a mis papás.

- Superar el duelo de una relación que se terminó, no es una amnesia profunda. Aceptar una pérdida significa desvincularse de la persona que ya no está y eso no implica odiarlo o desearle el mal.

- Una de las diferencias que trae más conflictos en las relaciones de pareja es la llegada de los hijos, y eso tiene que ver de manera muy específico con cómo resuelven las diferencias las parejas.