Hoy NOS COMPROMETE la pasión por los HUERTOS URBANOS: la necesidad del reencuentro con parcelitas de vida vegetal en entornos de cemento y circulación salvaje…
Surgen por todas partes desde hace unos años. En terrazas, en descampados, en retalitos de tierra que resisten a todas las invasiones.
Los cuidan manos solidarias que creen en eso de la sostenibilidad, en la conservación del medio y en que es bueno que el ser humano devuelva a la tierra lo que ella le da.
¿Una moda entre urbanitas ecologistas? ¿Una necesidad vital exportable a cada casa, a cada familia, a cada colectivo?
¿Uno de los últimos clavos a los que agarrarnos en este mundo que hemos hecho insano entre todas y todos?