Proverbios 6

6 de nov. de 2024 · 7m 15s
Proverbios 6
Descripción

Un Proverbio al Día Proverbios 6 Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo, si has dado promesa a un extraño, si te has enredado con las palabras de...

mostra más
Un Proverbio al Día

Proverbios 6

Hijo mío, si has salido fiador por tu prójimo, si has dado promesa a un extraño, si te has enredado con las palabras de tu boca, si con las palabras de tu boca has sido atrapado, haz esto ahora, hijo mío, y líbrate, ya que has caído en la mano de tu prójimo: ve, humíllate e importuna a tu prójimo; no des sueño a tus ojos ni adormecimiento a tus párpados; líbrate como la gacela de la mano del cazador, y como ave de la mano del que caza. Ve, mira la hormiga, perezoso, observa sus caminos, y sé sabio. La cual sin tener jefe, ni oficial ni señor, prepara en el verano su alimento, y recoge en la cosecha su sustento. ¿Hasta cuándo, perezoso, estarás acostado? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de dormir, un poco de dormitar, un poco de cruzar las manos para descansar, y vendrá como vagabundo tu pobreza, y tu necesidad como un hombre armado. La persona indigna, el hombre inicuo, es el que anda con boca perversa, el que guiña los ojos, el que hace señas con los pies, el que señala con los dedos, el que con perversidad en su corazón, continuamente trama el mal, el que siembra discordia. Por tanto su desgracia vendrá de repente; al instante será quebrantado, y no habrá remedio. Seis cosas hay que odia el SEÑOR, y siete son abominación para Él: ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, un corazón que maquina planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos. Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre, y no abandones la enseñanza de tu madre; átalos de continuo en tu corazón, enlázalos a tu cuello. Cuando andes, te guiarán; cuando duermas, velarán por ti; y al despertarte, hablarán contigo. Porque el mandamiento es lámpara, y la enseñanza luz, y camino de vida las reprensiones de la instrucción, para librarte de la mujer mala, de la lengua suave de la desconocida. No codicies su hermosura en tu corazón, ni dejes que te cautive con sus párpados. Porque por causa de una ramera uno es reducido a un pedazo de pan, pero la adúltera anda a la caza de la vida preciosa. ¿Puede un hombre poner fuego en su seno sin que arda su ropa? ¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos sin que se quemen sus pies? Así es el que se llega a la mujer de su prójimo; cualquiera que la toque no quedará sin castigo. No se desprecia al ladrón si roba para saciarse cuando tiene hambre; mas cuando es sorprendido, paga siete veces; tiene que dar todos los bienes de su casa. Él que comete adulterio no tiene entendimiento; destruye su alma el que lo hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta no se borrará. Porque los celos enfurecen al hombre, y no perdonará en el día de la venganza. No aceptará ningún rescate, ni se dará por satisfecho aunque le des muchos presentes.

Comentarios a los Proverbios de Mattews Henry.

Versículos 1-5. Si vivimos según nos dirige la palabra de Dios, encontraremos que es provechosa aun en este mundo presente. Somos mayordomos de nuestra sustancia material y tenemos que responder al Señor por la manera en que disponemos de ella; es malo desperdiciarla con precipitación o en planes que nos enreden en dificultades y tentaciones. El hombre nunca debe ser aval por más de lo que es capaz y está dispuesto a pagar, y puede permitirse pagar sin dañar a su familia; debe considerar cada suma de dinero por la cual esté comprometido como si fuera deuda propia. Si debemos poner todo este cuidado para que sean perdonadas nuestras deudas con los hombres, mucho más para obtener perdón de Dios. Humíllate ante Él; asegúrate de Cristo como Amigo tuyo que presente defensa por ti; ora fervorosamente que tus pecados sean perdonados, y que puedas ser resguardado de hundirte en el abismo.

Versículos 6-11. La diligencia en los negocios es la sabiduría y el deber de todo hombre; no tanto para obtener riqueza mundana, sino para no ser una carga para los demás, ni un escándalo para la iglesia. Las hormigas son más diligentes que los hombres perezosos. Podemos aprender sabiduría de los insectos más viles y ser avergonzados por ellos. Los hábitos de la indolencia e indulgencia crecen en la gente. Así la vida se precipita al desperdicio; y la pobreza, aunque primero distante, se acerca paulatinamente, como un viajero y, cuando llega, es como un hombre armado, demasiado fuerte para ser resistido. Todo esto puede aplicarse a las preocupaciones de nuestras almas. ¡Cuántos aman su dormir de pecado, y sus sueños de felicidad mundana! ¿No procuraremos despertar a los tales? ¿No pondremos diligencia para asegurar nuestra propia salvación?

Versículos 12-19. Si los perezosos deben ser condenados, que nada hacen, mucho más los que hacen todo el mal que pueden. Obsérvese cómo se describe a tal hombre: Dice y hace todo astutamente y con intenciones. Su ruina vendrá sin advertencia y sin alivio. Aquí hay una lista de cosas que Dios abomina. Son pecados especialmente provocadores para Dios los que son dañinos para el bienestar de la vida humana. Debemos odiar en nosotros lo que Dios odia; es nada odiarlas en los demás. Desechemos todas esas costumbres, y velemos y oremos contra ellas; evitemos con marcada desaprobación, a todos los culpables de ellas, cualquiera sea su rango.

Versículos 20-35. La palabra de Dios tiene algo que decirnos sobre todas las ocasiones. Que la reprensión fiel nunca nos incomode. Cuando consideremos cuánto abunda este pecado, cuán odioso es el adulterio en su propia naturaleza, qué mala consecuencia trae, y cuán ciertamente destruye la vida espiritual en el alma, no nos asombra que las advertencias en su contra sean repetidas tan a menudo. Notemos los temas de este capítulo. Recordemos a quien voluntariamente se hizo nuestro fiador cuando nosotros éramos extraños y enemigos, ¿y los cristianos, con las perspectivas, motivos y ejemplos que tienen, serán perezosos y negligentes? ¿Descuidaremos lo que agrada a Dios y lo que Él recompensa bondadosamente? Vigilemos muy de cerca cada sentido por el cual puede entrar veneno a nuestras mentes o afectos.

Escrituras tomadas de La Biblia de las Américas Copyright 1986, 1995, 1997 por The Lockman Foundation. Usadas con permiso; todos los derechos reservados.
Una Producción de Radio Resurrección.
mostra menos
Información
Autor Radio Stereo Resurrección
Organización Radio Stereo Resurrección
Página web -
Etiquetas

Parece que no tienes ningún episodio activo

Echa un ojo al catálogo de Spreaker para descubrir nuevos contenidos.

Actual

Portada del podcast

Parece que no tienes ningún episodio en cola

Echa un ojo al catálogo de Spreaker para descubrir nuevos contenidos.

Siguiente

Portada del episodio Portada del episodio

Cuánto silencio hay aquí...

¡Es hora de descubrir nuevos episodios!

Descubre
Tu librería
Busca