Los Leones del Atlas cruzaron el estrecho de Gibraltar e invadieron la península ibérica, como alguna vez lo hicieron Tarik y Aníbal. Primero España, luego Portugal. Y así Marruecos ha puesto en éxtasis al mundo árabe. Es la proeza de una lengua, de una cultura que reinó ocho siglos en iberia.
Desde el primer africano en un Mundial, Egipto en 1934, hasta hoy con este inolvidable Marruecos. 88 años tardó el futbol africano en romper el techo de cristal y acceder a las semifinales. Marruecos, el Matagigantes de Qatar volvió a ser un muro soportado por su portero Yassine Bounou; provocó el atasco portugués, y cerró con amargura el ciclo de Cristiano. Si, Cristiano, el hombre que cargó con Portugal durante 20 años, el genio de una lámpara que su amigo Fernando Santos se negó a frotar. 40 minutos duró el último baile del monstruo de Madeira en su quinto Mundial. Ego, soberbia, terquedad…? Con razón o sin ella, Fernando Santos pasó a la historia como el hombre que arruinó la despedida del fenómeno.