Sal de la tierra y luz del mundo
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Descripción
Jesús se dirige a las personas que le escuchan de modo que le entiendan. Utiliza imágenes que les son muy familiares: la sal y la luz. La sal preserva de...
mostra másLa sal preserva de la corrupción los alimentos. El Señor manifiesta que sus discípulos han de dar testimonio de Dios en este mundo reflejándolo en su vida. Haciendo presente el Amor de Dios entre los hombres con sus buenas obras.
La luz es necesaria para vivir, para todo. La luz se pone en un candelero para que ilumine a todos los de la casa. Así el discípulo de Jesús debe ser luz que señale a los demás el buen camino con su comportamiento.
Dice san Josemaría: “Como quiere el Maestro, tú has de ser —bien metido en este mundo, en el que nos toca vivir, y en todas las actividades de los hombres— sal y luz.
—Luz, que ilumina las inteligencias y los corazones; sal, que da sabor y preserva de la corrupción. Por eso, si te falta afán apostólico, te harás insípido e inútil, defraudarás a los demás y tu vida será un absurdo” (Forja, 22).
Ser sal y luz para que los hombres vean “vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. Dios quiere hacerse presente en el mundo a través de los cristianos: que sean otros Cristos en los lugares en los que desarrollan su vida familiar, su vida profesional, etc. Que su modo de comportarse sea tal que ocurra lo que escribió san Josemaría en Camino: “Ojalá fuera tal tu compostura y tu conversación que todos pudieran decir al verte o al oírte hablar: éste lee la vida de Jesucristo” (Camino, 2)
Información
Autor | José María Santana |
Organización | José María Santana |
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