Oración por los sacerdotes en el jueves Santo
¡Señor Jesús, hoy es el día de la institución de la Eucaristía y del don del sacerdocio! Señor, ¿cómo podemos agradecerte tanto amor y tanta delicadeza? Nos regalas tu mismo corazón y permites que otros participen de tu misma vida, los haces tus clones, representantes Tuyos, Otros Cristos, Tu Misma persona.
¡Que misterios tan grandes! ¡El Rey del Universo se hizo súbdito! El Rey del Universo permite que hombres de barro, débiles y frágiles sean sus representantes sin ningún mérito suyo, sino como muestra de Su amor infinito y de Su Divina Misericordia.
Señor, ten piedad de ellos; no los dejes caer en tentación, hazlos puros, santos y castos. Señor, hazlos partícipes de Tu mismo amor; un amor más blanco que la nieve, un amor totalmente generoso, enséñalos a amar con el alma, no con los sentidos.
¿Señor, que es lo que pasa? ¿Porque a muchos de tus sacerdotes les cuesta tanto trabajo ser castos? ¿Es que ellos están demasiado apegados a las cosas terrenales? ¿Es que no dedican suficiente tiempo a la oración? ¿Es que les falta generosidad? ¿Que es lo que pasa, Señor?
Ahora bien ¿qué es lo que nos pasa a todos los cristianos? parece como que se nos ha olvidado lo que pasó hace 2000 años, ¡parece como si para muchos nada pasó! ¿Que cosa tan triste, Señor!
Muchos pasan estos días en la playa, de vacaciones, divirtiéndose ¿y tu sacrificio, Señor? ¿No sientes a veces como que fue en vano? ¿No te horroriza nuestra indiferencia?
Ojalá siguas diciéndole a Dios Padre "perdónalos porque no saben lo que hacen." Perdónanos Señor somos tan mezquinos, tan tontos, tan mal agradecidos. Ojalá, Señor que haya suficientes almas totalmente consagradas a ti que te consuelen, Señor. Ojalá que su amor sea tan puro, tan generoso, tan espontáneo que distraigan Tu atención de los que te ofendemos, Señor; de los que necesitamos purificar nuestro amor, de los que todavía nos distraen tantas cosas mundanas, Señor. Perdón, perdón, perdón.
Confiamos en Tu amor y en Tu misericordia pero no queremos abusar de ellos, Señor. Ayúdanos, Señor nuestros espíritus están dispuestos, Señor pero nuestra carne es débil.
En este Jueves Santo, Señor, envía de nuevo Tu Espíritu a renovar a tus sacerdotes. El mundo tiene tanta necesidad de que ellos sean puros, santos, castos, llenos de Tus frutos y de Tus dones, dispensadores de Tu amor y de Tu misericordia. Pero ellos no pueden dar amor si no están primero llenos de Tu amor, tan llenos de Tu amor que ningún otro amor podrá dañarlos. Llena sus corazones de ese amor, tanto que se les vea en sus caras, que salga por sus poros, que lo derramen por dondequiera, Señor.
Esta es mi oración por Tus sacerdotes en este día, Señor. Yo sé que mis oraciones no son nada, pero aunados a Tu pasión y muerte son todo, Señor. Escucha por favor mi oración por todos tus sacerdotes, y que ninguno se pierda, Señor por Tu gran Amor y por Tu infinita Misericordia. Así sea.