Dios nos está hablando continuamente en lo cotidiano, pero busca romper lo que es rutina en nuestra vida para llevarnos a cosas mayores. Dios está siempre presente. Podemos ir abriendo nuestra percepción de su Presencia y ver el proposito que tiene para nosotros.

El sentido que más nos abre a la realidad es la mirada, el ver. Por eso, para descubrir a Dios en nuestra vida hemos de pasar de una mirada superficial a una profunda. Así aprenderemos a contemplar la historia con los mismos ojos con que el Señor la mira y a descubrir su Presencia que se manifiesta...

1.- Permitirle a Dios que rompa lo cotidiano.
2.- Despójate de ti mismo para que cristo rompa lo cotidiano en tu vida.
3.-Hay algo mayor que Dios te quiere delegar.