Monseñor Isaías Duarte Cancino ha ocupado un lugar relevante pero muy desconocido en la historia reciente de Colombia. A su larga trayectoria pastoral, que comenzó con su ordenación sacerdotal en el departamento de Santander en 1963 y culminó como Arzobispo de la ciudad de Santiago de Cali (Valle del Cauca), sumó una condición particular: su lucha contra la violencia y la defensa de los derechos humanos. “El trabajo que desarrolló monseñor en medio de la construcción de paz es muy valioso ya que con esto lo que permitió fue hacer estos puentes con toda la sociedad civil y con los actores armados. Por una parte, hizo toda la asistencia humanitaria en el desarrollo propio de los derechos fundamentales de las personas, y por otra parte, al tender estos puentes, logró llegar a un diálogo de región y de comunidad” señala Mauricio Cañón, realizador audiovisual de la Estrategia de Apoyo a Iniciativas de Memoria Histórica del Centro Nacional de Memoria Histórica, quién es nuestro invitado en este capítulo de Territorios Sonoros.