La palabra de Dios nos instruye para que respondamos como se debe a las autoridades dada por Dios con una actitud de verdadera humildad: "Humillaos delante del Señor, y él os exaltará" (Santiago 4: 10).
¡Qué fácil resulta desechar ese consejo en una era de violencia, que tiene la rebeldía como forma de vida y la resistencia y capacidad de pelear como una virtud! A fin de afirmar nuestro conocimiento sobre la autoridad, nos será útil sacar a la luz el lado oscuro y terrible de la rebelión, a la que nunca se le da mayor publicidad, a menos que sea para magnificarla como una tremenda virtud.