El escenario político que vive en la actualidad nuestro continente, los efectos globales de la pandemia COVID-19 y el estado de nuestras democracias, ameritan que llevemos a cabo una reflexión en torno a la necesaria reconstrucción del contrato social en nuestra región. El deterioro de los sistemas democráticos, la debilidad del Estado de Derecho, la grave crisis de representación y la creciente desafección de la ciudadanía con respecto a la institucionalidad, son algunos de los síntomas de una verdadera tormenta perfecta. Una tormenta que nos ha llevado profundas tensiones y desencuentros, derivados muchas veces por la polarización política que ha favorecido la aparición y ascenso de fuerzas políticas que cuestionan el Estado de Derecho, el equilibrio de los poderes, la viabilidad del sistema democrático y el pluralismo, atentando abiertamente contra los éxitos y conquistas alcanzadas en las últimas décadas.

Por ello, este diálogo busca evidenciar a partir de una reflexión sobre la calidad de la democracia, principalmente en lo que respecta al actuar de las elites políticas y económicas que defienden intereses desde los gobiernos en detrimento de las mayorías sociales, de modo que podamos encontrar una solución a través del fomento de la cooperación regional, el diálogo político horizontal, la lucha contra la corrupción y sin duda, una agenda de reformas democráticas que inviten finalmente, a la revisión de un nuevo contrato social en los países de la región.