3 MAR. 2022 · Hablar de medioambiente, es hablar del mundo, de la tierra y todo aquello que lo integra y lo rodea. Las fronteras inventadas, las banderas pintadas y los himnos ahogados no tienen sentido alguno cuando analizamos los problemas ecológicos a los que hemos llegado, o no deberían tenerlo. Por otro lado, no podemos olvidar que los intereses de los mercados se han internacionalizados hasta llegar a un punto donde hablamos de mercados globalizados, que por tanto los intereses privados de una persona pueden afectar a cualquier parte del mundo, sin problemas de fronteras.
Dejemos de ser sociedades pasivas. Nuestras sociedades deben ser activas, las portadoras del cambio. Ahora bien, para ello se requiere primeramente pasar de una conciencia ecológica por una consciencia por la sostenibilidad de la vida y la tierra, de la dignidad. Somos sociedades diversas, individuos diferentes, pero en nuestras diferencias está nuestra riqueza y no nuestra debilidad. En el respeto, empatía y el sentimiento de humanidad podemos encontrar la fuerza para cambiar las cosas.
Poder generar soluciones globales supone previamente generar sociedades globales, las cuales sean educadas en una relación sana y sostenible con el medio ambiente y su posición en el entorno. Buscar un cambio en el orden mundial requiere, entre otros puntos, de unas sociedades que sean capaces de asimilar los cambios, pero también, y sobretodo, de ser protagonistas de dichos cambios.