El 9 de mayo de 2016, Pablo Iglesias y Alberto Garzón, Podemos e Izquierda Unida, pactaron la alianza que dio a luz a Unidas Podemos, una boda que popularmente se conoce como el ‘pacto de los botellines’. Tuvo su luna de miel en la Sala Mirador de Madrid y fruto de esa alianza consiguieron 71 escaños en las elecciones del 26-J pero 35 en las de 2019. Ahora, siete años después, Garzón ha dejado de ser públicamente ese ‘socio entrañable’. Pablo Iglesias en la SER le pedía responsabilidad y le recordaba el tiempo que lleva ocupando cargos públicos. Las listas y las primarias son el principal caballo de batalla que separa a Podemos de Sumar, el proyecto de Yolanda Díaz que inicia su puesta de largo, su presentación este próximo domingo 2 de abril con un escenario complicado dentro de la izquierda. Lo analizamos con Luis Casal, redactor de política, y hablamos con Ramón Espinar, secretario general de Podemos en Madrid hasta 2019 “La dirección de Podemos está situada en un chantaje a Yolanda Díaz. Pablo Iglesias no quiere dejar de mandar”. Además, Espinar se refiere ya a un proyecto político frustrado “Todo saltó en pedazos y se rompió por muchas causas, la principal, la deriva política de Pablo Iglesias, que ha preferido quedarse solo”.






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