Evangelios-033 El verdadero descanso
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Descripción
Mateo 11:25-30 El descanso viene definido en el diccionario de la Real Academia Española como “Quietud, reposo o pausa en el trabajo o fatiga. Y también como: “causa de alivio...
mostra másEl descanso viene definido en el diccionario de la Real Academia Española como “Quietud, reposo o pausa en el trabajo o fatiga. Y también como: “causa de alivio en la fatiga y en las dificultades físicas o morales.”
Cuando hablamos de descanso, podemos referirnos a una pausa en actividad física o a un alivio emocional. Quizás estás pensando en este momento que podrías beneficiarte de un descanso que incluyera ambos ámbitos, el físico y el emocional.
El Señor Jesús dice en Mateo 11:28
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.”
¿En qué consiste este descanso que Jesús estaba ofreciendo? ¿Podemos beneficiarnos nosotras de este descanso?
La invitación de Jesús es para aquellos que están trabajados y cargados.
Alguien que está trabajado estará experimentando un cansancio físico. Quizás ha ido demasiado tiempo sin dormir bien, o sin tomar descansos para reponer fuerzas, puede que no esté alimentándose bien, o por un motivo u otro, su cuerpo está agotado. Nuestro cuerpo tiene maneras de dejarnos saber que está cansado, pero muchas veces hacemos oídos sordos y continuamos con la faena.
Jesús también llama a los cargados. El concepto de cargados parece comunicar el cansancio emocional, mental o espiritual. Nos podemos cargar con preocupaciones, pecados, problemas personales, o incluso cuestiones ajenas, situaciones que nos parecen injustas o complicadas, o quizás un cúmulo de diferentes causas de ansiedad.
Cuando nos cargamos emocionalmente, es muy probable que lo veamos manifestarse en nuestro cuerpo físico, llegando a estar cargadas, y trabajadas a la vez.
Jesús, dice “venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”.
El Salmo 55:22 exhorta: “Echa sobre Jehová tu carga, y él te sustentará”
Y 1 Pedro nos dice que echemos nuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de nosotros.
Para echar nuestras cargas y ansiedades sobre Dios, debemos primero llegar a aceptar que no somos todopoderosas, que tenemos límites, y por lo tanto necesitamos ayuda externa. Cuando hacemos esto, reconocemos nuestra debilidad, y podemos parar y pedirle a Dios que nos renueve las fuerzas.
Isaías 40:29 nos dice que “El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas.” Eso es un milagro que solo Dios puede hacer.
El señor completa su invitación en el texto de Mateo diciendo: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.”
Jesús nos ofrece entrar en el yugo con él. Un yugo es lo que se coloca sobre dos bueyes para poder llevar el arado. Cuando aceptamos el yugo del Señor, nos dice este que la carga se hace ligera. Hace fácil el trabajo. Cuando somos mansos y humildes, y buscamos la ayuda de Dios en lugar de intentar llevar las cargas en nuestras propias fuerzas, entonces podemos descansar en sus fuerzas.
Nuestra alma puede descansar en Dios cuando hemos dejado nuestras cargas a sus pies y las hemos sustituido por la vida que Él quiere compartir con nosotros. Es entonces cuando podemos experimentar el verdadero descanso.
¿Te atreves a dejarle llevar tus cargas y unirte con Él en su yugo? Verás que merece la pena.
Información
Autor | David y Maribel |
Organización | David y Maribel |
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