Jeremías-144 Alabanza cuando la vida parece no tener sentido

28 de jul. de 2023 · 6m 10s
Jeremías-144 Alabanza cuando la vida parece no tener sentido
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Hemos visto en las oraciones de Jeremías las quejas que éste presentaba ante el Señor, las palabras de afirmación, de corrección y de exhortación del Señor a Jeremías y también...

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Hemos visto en las oraciones de Jeremías las quejas que éste presentaba ante el Señor, las palabras de afirmación, de corrección y de exhortación del Señor a Jeremías y también la belleza de confiar y alabar al Señor en medio de la prueba.

Podemos leer de varios personajes de la Biblia que alabaron a Dios por fe incluso cuando no entendían lo que Dios estaba haciendo en sus vidas.

¿Recuerdas a Job? Cuando todas sus posesiones, sus hijos y su salud habían sido arrancados, su repuesta fue: “Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.”

¿Y qué de Pablo y Silas en la cárcel en Filipos? Hechos 16:25 “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían.” Estaban encarcelados por haber predicado en las calles. Y en lugar de llorar, maldecir o dudar, decidieron cantar alabanzas a Dios. Sabían que Dios podía librarlos si quería, y descansaban en Su perfecto plan.

Es fácil alabar a Dios cuando sales de la prueba. Es fácil dar gracias cuando ves el motivo de una dificultad. Mas Hebreos 13:15 dice : “Ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre.”
Cuando las dificultades no tienen sentido ni motivo para uno, alabar a Dios es solo posible por la fe, confiando en lo que conocemos de nuestro Señor.

Ahí es cuando la alabanza cuesta. Ahí es cuando podemos llamarlo “un sacrificio de alabanza”, porque no es una alabanza gratis, que no cueste nada. David en 1 Samuel 24:24 compró un campo para ofrecer holocausto a Dios. Se lo querían ceder sin pagar, pero él respondió: “No, sino por precio te lo compraré; porque no ofreceré a Jehová mi Dios holocaustos que no me cuesten nada.”

¿Ofrecemos nosotros holocaustos cuando no cuestan nada, o somos capaces de, por fe, ofrecer alabanza a nuestro Señor cuando cuesta, cuando no tiene sentido la alabanza?

Hace años, en una prueba muy dura en la que mi marido se encontraba en una situación de salud crítica, un hermano me dijo, en medio de la prueba, “ya hemos pedido al Señor; ya no es tiempo de pedir más; ahora es tiempo de dar gracias, de alabar al Señor”. Me chocó, pero me liberó también. ¿Cuántas veces le tenía que pedir a Dios que me escuchara? Ya le habíamos derramado nuestras cargas y pedido que fuera Su voluntad. Lo que tocaba sin duda era alabanza a Dios. Dejar de enfocarnos en la tribulación y enfocarnos en el Dios todopoderoso y amoroso que Él es. Debíamos ofrecerle un sacrificio de alabanza.

Muchas veces la desesperación llega a nuestra vida, la llevamos al señor, nos da la seguridad de que Él tiene todo bajo Su perfecto control, y al momento nos encontramos desesperadas por lo mismo o por algo nuevo. Y a veces, como hemos visto en el caso de Jeremías, llegamos a deprimirnos al punto de cuestionar nuestra existencia.

¿Qué creéis que hizo Jeremías al acabar el relato de su oración que tenemos en el capítulo 20? Sin duda, viendo como el Señor lo guardó, viendo que permaneció fiel y que acabó muriendo con una edad ya avanzada y bajo las alas de Dios, creo que puedo decir con confianza que Jeremías reafirmó su fe en el Todopoderoso, y habiendo encomendado su causa ante “Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos” (Efesios 3:20), descansó en el Señor.

Es un ciclo que gira entre lo que sentimos en el momento y lo que sabemos de nuestro Dios. Por eso es tan importante conocer a Dios y meditar en sus precioso carácter.

Cualquiera que sea tu situación actual, te animo a afirmar tu fe en Dios. Él quiere estar contigo “como poderoso gigante.” Como vimos en Jeremías 1:5, Dios tenía un propósito para Jeremías antes de nacer; “Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué” dice el Señor. Dios te ha hecho a ti con un propósito. ¿Le has preguntado el propósito que Dios tiene para ti en esta vida? Veremos más sobre esto a lo largo del estudio de Su Palabra, pero dale hoy las gracias por Su plan, Su presencia y Su poder.
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Autor David y Maribel
Organización David y Maribel
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