MelP_183-Colosenses_2_14
5 de jul. de 2024 ·
2m 30s
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Descripción
«anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz» (Colosenses 2:14) Así es como el apóstol...
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«anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz» (Colosenses 2:14)
Así es como el apóstol describe nuestra salvación. Cuando habla del ""acto de los decretos que había contra nosotros"", debe venir a la mente la imagen de una notificación oficial de deuda, una carta certificada de los juzgados que amenaza con medidas judiciales si no pagamos una deuda. El problema, sin embargo, es que la deuda aquí referida es una que jamás podríamos pagar. Como pecadores, esa es nuestra condición delante de Dios. Violamos las leyes de nuestro Creador y la multa o, como dice Pablo en Romanos 6:23, la paga de nuestro pecado es la muerte. Irremisiblemente merecemos morir. Así es nuestro estado natural como pecadores, nuestra condición sin Cristo. Pero Cristo tomó este documento acusador y lo quitó de en medio, clavándolo en su propia cruz. Y así satisfizo para siempre nuestra deuda delante de Dios. En la cruz Cristo pagó mi deuda y yo conseguí una nueva deuda, una deuda de gratitud.
Gocemos hoy de esta gratitud por la libertad que es nuestra por la cruz de Cristo. (David Bell)
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Así es como el apóstol describe nuestra salvación. Cuando habla del ""acto de los decretos que había contra nosotros"", debe venir a la mente la imagen de una notificación oficial de deuda, una carta certificada de los juzgados que amenaza con medidas judiciales si no pagamos una deuda. El problema, sin embargo, es que la deuda aquí referida es una que jamás podríamos pagar. Como pecadores, esa es nuestra condición delante de Dios. Violamos las leyes de nuestro Creador y la multa o, como dice Pablo en Romanos 6:23, la paga de nuestro pecado es la muerte. Irremisiblemente merecemos morir. Así es nuestro estado natural como pecadores, nuestra condición sin Cristo. Pero Cristo tomó este documento acusador y lo quitó de en medio, clavándolo en su propia cruz. Y así satisfizo para siempre nuestra deuda delante de Dios. En la cruz Cristo pagó mi deuda y yo conseguí una nueva deuda, una deuda de gratitud.
Gocemos hoy de esta gratitud por la libertad que es nuestra por la cruz de Cristo. (David Bell)
Información
Autor | David y Maribel |
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