MelP_215 - 2Timoteo_1_12
21 de jul. de 2023 ·
2m 30s
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Descripción
«Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.»...
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«Por lo cual asimismo padezco esto; pero no me avergüenzo, porque yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día.» (2 Timoteo 1:12)
Pablo escribe estas palabras desde la cárcel. Sabe que su tiempo en esta tierra es corto, pero no lo encontramos aquí deprimido. Más bien está lleno de confianza. Esta es la confianza del apóstol: Dios es poderoso, más que suficiente, para guardar y proteger su depósito. Ese depósito es el alma. Pablo sabía que los hombres podrían matar su cuerpo, pero nadie podría quitar lo que guardaba Dios. No hay ladrón suficientemente sutil como para robar a Dios, y no hay situación suficientemente difícil como para apartar a Dios de nuestro lado. Pablo confiaba completamente en Dios y nosotros también podemos tener esa misma confianza, si como Pablo, hemos puesto nuestra fe en la obra de Cristo. Pero esto no significa que no tengamos responsabilidad. En el v. 14 Pablo manda a Timoteo que él mismo guarde el depósito. La clave es la frase «por el Espíritu Santo que mora en nosotros.» Dios nos está guardando por el Espíritu Santo y nosotros también tenemos que confiar y obedecer al mismo Espíritu. Debemos andar cerca de Dios en todo momento, buscando comunión con Él por la Palabra.
Así nosotros también estaremos plenamente convencidos del poder de Dios para guardar nuestro depósito. (David Bell)
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Pablo escribe estas palabras desde la cárcel. Sabe que su tiempo en esta tierra es corto, pero no lo encontramos aquí deprimido. Más bien está lleno de confianza. Esta es la confianza del apóstol: Dios es poderoso, más que suficiente, para guardar y proteger su depósito. Ese depósito es el alma. Pablo sabía que los hombres podrían matar su cuerpo, pero nadie podría quitar lo que guardaba Dios. No hay ladrón suficientemente sutil como para robar a Dios, y no hay situación suficientemente difícil como para apartar a Dios de nuestro lado. Pablo confiaba completamente en Dios y nosotros también podemos tener esa misma confianza, si como Pablo, hemos puesto nuestra fe en la obra de Cristo. Pero esto no significa que no tengamos responsabilidad. En el v. 14 Pablo manda a Timoteo que él mismo guarde el depósito. La clave es la frase «por el Espíritu Santo que mora en nosotros.» Dios nos está guardando por el Espíritu Santo y nosotros también tenemos que confiar y obedecer al mismo Espíritu. Debemos andar cerca de Dios en todo momento, buscando comunión con Él por la Palabra.
Así nosotros también estaremos plenamente convencidos del poder de Dios para guardar nuestro depósito. (David Bell)
Información
Autor | David y Maribel |
Organización | David y Maribel |
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