MelP_664-Esdras_4_4
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Descripción
«Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que no edificara.» (Esdras 4:4) Cuando Esdras y los cautivos retornados echaron el fundamento y...
mostra másCuando Esdras y los cautivos retornados echaron el fundamento y empezaron a reconstruir el templo de Dios en Jerusalén, los pueblos de alrededor no tardaron mucho en reaccionar. Por algún motivo, la reconstrucción del templo les parecía una amenaza, así que sobornaron a las autoridades para entorpecer y frenar las obras en Jerusalén. Todo esto tuvo su efecto sobre los judíos. Este versículo nos dice que fueron intimidados y atemorizados. Literalmente, el texto hebreo dice que los pueblos vecinos les estaban debilitando sus manos y desgastándolos. El propósito fue sencillo: cansarlos y desanimarlos para que no siguieran con lo que Dios les había mandado a hacer. Cuando buscamos servir a Dios, siempre habrá alguien en nuestro entorno que buscará poner trabas o resaltar lo negativo. Puede que nos sentamos con las manos debilitadas y tan desgastados que la tentación será abandonar. Pero la buena noticia es que Dios tiene fuerzas más que suficientes para fortalecer y rejuvenecer nuestras manos cansadas. Por eso Pablo animaba a los coloseneses con estas palabras: “fortaleceos con todo poder, conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad” (Colosenses 1:11). Ssi tenemos a Dios de nuestra parte, ¡qué más da quién está en contra nuestra!
Pidamos hoy que Dios nos dé fuerzas y ganas para seguir adelante en nuestro andar diario con Él. (David Bell)
Información
Autor | David y Maribel |
Organización | David y Maribel |
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