41 Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo[d] es débil». Mateo 26:41 NVI

13 Y no nos dejes caer en tentación,
sino líbranos del maligno” Mateo 6:13 NVI
En la batalla contra la tentación, no importa su tipo (puede ser a mentir, caer en inmoralidad, a la ira, a robar), la oración es un arma de la que nosotros no podemos prescindir. El propósito de la tentación es atraparnos para alejarnos de Dios. La oración, la comunión con Dios, es exactamente lo contrario: mantiene abiertos los canales de comunicación con nuestro Padre. ¡Oh, cuanto consuelo y amor provienen del Padre y cuanto apoyo encuentran los que resisten al enemigo cuando acuden a Él en oración!
La noche en que el Señor Jesús fue capturado, en el jardín de Getsemaní, dijo a sus discípulos:
41 Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo[d] es débil». Mateo 26:41 NVI
La tentación es descrita aquí como algo en lo que los discípulos podrían caer y para ello la respuesta adecuada sería la oración. Luego, oración y tentación se colocan una contra la otra. “Oren para que no caigan en tentación”, dijo el Señor. Obviamente, si ellos no oraban efectivamente caerían en tentación.
Siempre digo a los hombres con quien estudio la Biblia: “Tienes buena voluntad, pero eres débil y yo tambien soy débil”. Por mas fuerte que te veas debes de considerarte que eres débil para que seas realmente fuerte, recuerda tambien las palabras del apóstol Pablo en 2 Corintios 12:10 10 Y me alegro también de las debilidades, los insultos, las necesidades, las persecuciones y las dificultades que sufro por Cristo, porque cuando más débil me siento es cuando más fuerte soy.
Sentirnos débiles o reconocer nuestra debilidad no es algo que nos agrada, queremos ser siempre fuertes, pero esto nos ayudara a no caer en tentación y a tener una muy buena comunicación con el padre.