Papás en construcción versión hombres E1
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Descripción
¡Tú tranquilo! Estimados todos, este es un espacio dedicado a compartir ideas, estos dichos parten de mi experiencia profesional en Psicoterapia, quise hacer un apartado, acercarme más al público masculino,...
mostra másEstimados todos, este es un espacio dedicado a compartir ideas, estos dichos parten de mi experiencia profesional en Psicoterapia, quise hacer un apartado, acercarme más al público masculino, comentando algunos de los temas que hemos abordado y que son icónicos de las circunstancias cotidianas de un hombre.
Estas frases que les voy a compartir, las escucho repetidas veces en el consultorio, son dichos que por medio de la repetición se trasmiten como una demanda, una solicitud para que así sea, eventualmente podemos convencernos y obedecer una idea que escuché tantas veces que me convenzo de que es una verdad. Estas frases no necesariamente son pronunciadas por una mujer, sino por cualquier persona, todos somos un representante de los ideales de la sociedad.
El título de “tu tranquilo” lo seleccioné por que incluye una idea recurrente, representa una demanda incansable para los hombres, se nos pide serenidad y soluciones, calma y eficiencia, aparenta una fórmula para no pensarlo tanto, sino para terminar con el pendiente, sin los pasos previos, sin la planeación necesaria, posponiendo el tiempo para pensarlo.
Inicio con una viñeta, un momento que ilustra lo que les quiero seguir compartiendo.
Es una vivencia que aparece por toda la piel, como estar sumergido, ahogándonos en miedo. En un inicio es una comezón, una molestia, que como en otras ocasiones puede ser ignorada y nos convencemos que es pasajero. Al tiempo, volvemos a sentirlo, ahora con una dósis de desesperación y buscamos alternativas para volver a estar cómodos. En imágenes de un paciente, él se refería a un enjambre de insectos, hasta llegaba a manotearlos, espantarlos, alejándolos con sus manos. No funcionaba, al contrario, se repetía con más frecuencia. Cuando aparecían esos episodios, causaban molestia y no podía reportar lo que le pasaba, éste jóven no tenía la costumbre de comunicar sus sensaciones o emociones. Se quedó con la idea de aguantar, de aprender a vivir con un enjambre.
En ese tiempo ya consumía algunas drogas, unas legales y otras no, había experimentado una sensación de calma, de tranquilidad. Era esperable que asociara estas dos vivencias, un evento que causaba molestia y una sustancia que generaba calma. Éste jóven, tenía a su familia cerca, su soledad la vivía acompañado, pero no había ejercitado su capacidad para reconocer sus carencias, sus necesidades y pedir ayuda. Ante la eficiencia del remedio, se fue instalando la costumbre del consumo, ajustando la dosis para suspender el dolor, al menos por un tiempo.
Como hombres estamos marcados para ser fuertes, estoicos, soportar las desgracias de pié. Con esta idea, se pierden las opciones de fragilidad, de dolor y se aleja la oportunidad para pedir ayuda. En esta lógica se instala muy bien el consumo de sustancias, tomar algo de afuera para ocultar el malestar.
Otra alternativa es distinguir las ideas que prevalecen en nuestra persona, reconocer nuestro grado de fortaleza y debilidad, lograr experimentar ambas sensaciones y todas las que se encuentran en el medio. Se escucha que son excluyentes, si tengo miedo no tengo fortaleza, pero hay momentos y personas que nos hacen sentir débiles y fuertes al mismo tiempo.
El consumo de sustancias ayuda a posponer el malestar, es efectivo para transitar un momento incómodo o doloroso, pero lo que generó malestar se quedará esperando a que pase el efecto. La vivencia de dolor, es una señal de alerta, hay algo en el ambiente que necesita atención, es necesario reconocer el malestar, en su momento, recuperar la fortaleza, buscar ayuda y transitar por esa circunstancia.
Es de mucha ayuda que ampliemos nuestro vocabulario, que utilicemos más palabras para comunicar con mas precisión lo que estamos viviendo, las reacciones que estamos experimentando, con un fin de comunicación con otro u otra, o solo para nosotros mismos.
Agradezco su atención, su tiempo y si les viene bien, me gustaría saber de ustedes, hagan sus comentarios.
Estén pendientes de los siguientes episodios.
Envío un saludo y hasta pronto.
Agrego una pequeña nota, quiero decir que las conductas compulsivas, las adicciones y la coodependencia, tienen tantas explicaciones como personas que las padecen. Su tratamiento es un proceso complejo, que la fuerza de voluntad ayuda y mucho, pero no es suficiente para lograr un alivio más duradero. La psicoterapia es uno de los apoyos necesarias para recuperar la salud. Para librar una adicción se requiere del apoyo familiar y profesional. Cierro la nota
¡Tu tranquilo! pero solo si quieres estar tranquilo, sino, ¡no!
Información
Autor | Froylán Roodríguez Hernández |
Organización | Froylán Roodríguez Hernández |
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